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Este mes se celebrará la licitación de áreas para la exploración de hidrocarburos en aguas profundas, que será un termómetro de lo que esperan inversionistas nacionales e internacionales, en relación con sus perspectivas sobre los resultados electorales de julio próximo y lo que eso significarán para la industria en los próximos años.
El tema no es menor ni sencillo, ya que se trata de comprometer inversiones por más de 30 mil millones de dólares, según estimaciones muy conservadoras; que pueden estar sujetas a un eventual cambio de reglas del juego en el trayecto, como consecuencia de los resultados del proceso electoral en marcha.
Por lo pronto, de acuerdo con información de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) precalificaron 29 consorcios para participar en la licitación de contratos de exploración y producción de hidrocarburos en las provincias petroleras de Área Perdido, Cordilleras Mexicanas y de la Cuenca Salina.
Hasta el momento, desde el punto de vista del secretario de Energía, Pedro Joaquín Codwell, las licitaciones celebradas muestran un alto nivel de confianza por parte de los inversionistas, el rango de éxito es de 75 por ciento, muy por encimas de las expectativas.
Termómetro de la confianza
La licitación en sí misma representa un termómetro de la confianza, como ninguna previa, pues ocurre en la etapa de precampañas del proceso electoral, en la cual las definiciones de las plataformas políticas no han terminado de exponerse, sin embargo, es claro que existen diferencias sustanciales en materia petrolera y del papel que deben desempeñar el Estado y los privados.
Por una parte, la alianza encabezada por el PRI, propugna por un fortalecimiento del sector a partir de las reglas de juego actuales; mientras que el candidato del partido Morena, ha hecho crecer su proyecto político con el discurso reiterado de que la reforma energética será sometida a consulta, que también ha acompañado con su intención de construir al menos seis refinerías.
En cambio, la coalición PAN-PRD no ha hecho explícito su proyecto en materia de hidrocarburos, lo cual es relevante, dado que históricamente ambos partidos han tenido posiciones encontradas respecto a la reforma de esa industria en el país.
El interés real por los resultados de la licitación es relevante porque se convertirá en un termómetro de la evaluación que están haciendo los inversionistas de los riesgos políticos del, que es por muchos factores, inédito proceso electoral del país.
En el fondo, significan suponer la expectativa de éxito o no, del único partido que no está en crisis; o que la coalición Por México al Frente clarifique su definición; y finalmente, que haya continuidad de la Reforma Energética como hasta hoy.
Los consorcios interesados, hasta ahora
De los consorcios que precalificaron para participar en la licitación de contratos este 31 de enero se encuentran 16 operadoras y 13 no operadoras, que podrán pujar por 29 áreas en aguas profundas, de las que el gobierno federal espera una inversión, 4 mil 500 millones de dólares por cada una en promedio.
Los 16 operadores precalificados para esta cuarta licitación de la Ronda 2 son: Pemex, la australiana Bhp Billiton, la británica BP, las estadounidenses Chevron, Exxon Mobil, Hess, Murphy Sur y Noble Energy; la china China Offshore Oil Corporation, ENI de Italia, la japonesa Inpex, PC Carigali de Malasia; la española Repsol, la holandesa Shell, Statoil de Noruega y la francesa Total.
Mientras que, los 13 consorcios no operadores que participaran en la licitación son: las mexicanas Sierra Nevada, Citla Energy y Galem Energy; las británicas Capricorn Energy y Ophir; la germana Deutsche Erdoel, la rusa Lukoil, la japonesa Mitsui, ECP de Colombia, Galp Energia de Portugal; ONGC Videsh de India, PTTEP de Tailandia y la catarí Qatar Petroleum International.
Recursos prospectivos de las áreas
Para el Área Perdido, donde se licitarán nueve áreas contractuales se estiman recursos prospectivos medios por 3 mil 956.3 millones de barriles de petróleo crudo equivalente (mmbpce); mientras que para las 10 de la Cuenca Salina se calcula en 5 mil 698.9 mmbpce, finalmente para las 10 áreas de las Cordilleras Mexicanas la estimación está en 8 mil 845.3 mmbpce.
El modelo de contrato para esta convocatoria será de licencia, que va de 35 a 50 años, “lo cual permite mayor eficiencia operativa al Estado y a las empresas participantes”, quienes deberán contar con amplia experiencia en aguas profundas y ultra profundas, de acuerdo con la Secretaría de Energía.
En cuanto al contenido nacional, se establece que iniciará en las etapas de exploración y evaluación con 3 por ciento y aumentará conforme el proyecto madure, hasta alcanzar el 10 por ciento en la etapa de producción comercial.
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