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El secretario estadounidense de Agricultura, Sonny Perdue dio a conocer en dos entrevistas televisivas que su país, Canadá y México finalmente tendrán éxito en lograr un Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) modernizado que beneficie a las personas y las economías de las tres naciones.
En la entrevista que sostuvo con Fox News –la cadena favorita de Donald Trump–, Perdue dijo que “el TLCAN necesita modernizarse, como hace 25 años, pero creemos que sería una mala política si nos retiramos”.
Por otra parte, Sonny Perdue dijo a Bloomberg TV que el presidente Donald Trump reconoce los beneficios que ha dejado el TLCAN para la economía de su país, lo que no significa que haya cambiado de postura en las mesas de negociación y espera que tanto los representantes de Canadá como los de México tomen en serio las propuestas estadounidenses.
Trump es un negociador difícil
Ante la Federación Americana de Organizaciones de Agricultores reunida en la ciudad de Nashhville, Purdue señaló que tiene una gran confianza en las habilidades del presidente Trump como negociador, y la seguridad de que logrará un acuerdo que funcione mejor para Estados Unidos.
Perdue ha señalado en varias ocasiones que el presidente Trump es un “negociador difícil” y admite que la estrategia de negociación de EU puede crear “cierta ansiedad en el camino”.
La renegociación del tratado iniciada en agosto de 2017, ha celebrado cinco rondas y tenía previsto finalizar en marzo próximo, sin embargo los avances, de acuerdo con lo dado a conocer la semana pasada por el secretario de Economía mexicano, Ildefonso Guajardo, es de 30 por ciento.
Donald Trump, en entrevista con el diario The Wal Street Journal, planteó la relevancia de postergar la conclusión de las negociaciones, para una fecha posterior a las elecciones que se celebrarán en julio en México.
Negociaciones cargadas de obstáculos
Las dificultades en los avances en las cinco rondas que se han celebrado, en el origen parten de una agenda estadounidense que contenía puntos que parecieron inaceptables para las delegaciones mexicana y canadiense; aunque esos no han sido los mayores obstáculos a librar, sino que la representación de EU ha presentado en el transcurso de las negociaciones nuevos planteamientos, que no han sido bien recibidos por las contrapartes.
Los aspectos más complejos en la renegociación han sido el capítulo de las Reglas de Origen y el de Solución de Controversias, principalmente.
En el primero de estos capítulos, Estados Unidos pretende eliminar el actual 65 por ciento de contenido regional a las exportaciones libres de gravamen, para colocarlo en 85 por ciento con 50 por ciento estadounidense. Propuesta que puso en la mesa en la segunda ronda.
En cuanto a la Solución de Controversias, Estados Unidos planteó de origen que fueran la legislación de su país y sus tribunales donde se dirimieran las diferencias que encontraran los importadores o exportadores estadounidenses.
En la cuarta ronda de negociaciones, Estados Unidos propuso la inclusión de una cláusula terminación que obligue a los países a revisar y renovar el tratado cada cinco años. México y Canadá han considerado inviable el planteamiento.
Washington presiona a sus socios comerciales
De manera paralela a las negociaciones, Donald Trump ha ejercido presión, en particular sobre México, con la pretensión de vincular la permanencia de EU en el tratado a la construcción y financiamiento de un muro fronterizo entre ambas naciones; aspecto que ha sido descartado por inaceptable por parte del gobierno mexicano.
Todas las declaraciones públicas de Trump en relación con la renegociación del TLCAN repercutieron en un debilitamiento de la moneda mexicana; la posibilidad del abandono de Estados Unidos reavivó la volatilidad, que llegó también a los mercados bursátiles.
Por tal motivo el gobierno mexicano ha sido cauto hasta el extremo. Sin embargo, Canadá en todo momento ha mantenido una posición firme y dispuesto a levantarse de la mesa de negociaciones hasta que no vuelva la prudencia y la capacidad de entendimiento de las partes, como lo ha expuesto en varias oportunidades la canciller Chrystia Freeland.
Las diferencias con EU llevaron a que dos altos funcionarios de Canadá dieran a conocer a la prensa, la semana pasada, que tenían la certeza de que era inminente el anuncio por parte del gobierno de Donald Trump de su salida del TLCAN. Washington, que había hecho varias amenazas en ese sentido, reculó.
En una estrategia muy diferente, Ildefonso Guajardo dijo que México consideraba una forma de fortalecer el tratado aceptar que las Reglas de Origen se modificaran a propuesta de la delegación de Estados Unidos.
Esta diferencia ha sido percibida con nitidez en Estados Unidos. Durante su entrevista con Bloomberg el secretario de Agricultura dijo que en las negociaciones “hemos visto algunas concesiones por parte de los mexicanos…Canadá ha sido más renuente, pero también las hará”.
La renegociación del tratado, tema del campaña de Trump
Durante su campaña presidencial, Donald Trump insistió en la necesidad de renegociar el tratado, bajo el argumento de que era el peor tratado que se hubiera firmado, además de que ha provocado un déficit comercial con México superior a 60 mil millones de dólares anuales y ser la causa del desempleo en muchas regiones de su país.
Después, como presidente, ha amenazado con retirarse del acuerdo comercial de 24 años con Canadá y México, el segundo y tercer socios comerciales más importantes de su país, respectivamente, por considerar que a veces “Estados Unidos no está obteniendo un trato justo”.
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