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A escazas semanas de terminar el año 2017, muchos acontecimientos económicos – y no económicos – podría cambiar la perspectiva de crecimiento del mundo y las regiones. Me refiero no solo a eventos que obedecen al ciclo económico sino a eventos geopolíticos tan importantes como una potencial declaración de guerra contra Corea del Norte; elecciones en Latinoamérica; el papel protagónico de China en el mundo; o el resurgimiento de iniciativas pro nacionalistas en Europa. Todos estos eventos están y estarán presentes en la perspectiva económica de mediano plazo.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD, por sus siglas en inglés) ha estimado un crecimiento económico global del orden de 3.6 por ciento este año y de 3.7 por ciento en el 2018 en tanto que The Economist Intelligence Unit estima un importante crecimiento en el volumen de comercio mundial en 4.6 por ciento para 2017 como resultados de una recuperación en el crecimiento económico, el mejor desempeño de países líderes como EU y China, una depreciación generalizada de monedas y una mayor demanda de petróleo. Sin embargo, hacia adelante los especialistas no son tan optimistas; se anticipa un crecimiento global de menor ritmo, que la economía China continúe disminuyendo ante una serie de problemas estructurales internos, y más importante aún, que el surgimiento de políticas nacionalistas quebranten acuerdos tan redituables como el TLCAN o que no se concreten otros, como el llamado TPP por sus siglas en inglés. En suma, las perspectivas económicas no es lo que preocupa, sino cómo los desarrollos de estos eventos pueden cambiar la expectativa económica e impregnar de incertidumbre al mercado.
Estados Unidos, por ejemplo, podría cerrar el año con un crecimiento estable entre 2.2 por ciento y 2.4 por ciento, según varios especialistas. Los principales temas económicos en la agenda del 2018 son la renegociación del TLCAN y la reforma en materia fiscal. El plan fiscal – en manos de los llamados “6 grandes” (Un grupo de “hacedores públicos” en materia económica que incluyen al Secretario del Tesoro, al director del Consejo Económico Nacional, el líder de la mayoría y el Presidente del Comité Financiero del Senado y un par de miembros del poder Legislativo). – tiene el objetivo de estimular la economía a través de la reducción en la tasa impositiva corporativa y la disminución en el ISR, contrayendo la tabla de siete a tres niveles de ingreso. La reforma se traduciría en deducciones, créditos, excepciones que harían del sistema impositivo más regresivo que progresivo al tiempo que aumentaría la presión sobre el endeudamiento que actualmente rebasa el 100 por ciento del PIB. Más aún, especialistas de Goldman Sachs han apuntado que la reducción impositiva aunada a un gasto adicional en infraestructura, apenas redundarían en un 0.5 por ciento del crecimiento del PIB. Aunado a este tema, está el TLCAN el cual, según el Banco de Montréal, un fracaso en la renegociación conllevaría a una reducción neta del 0.2 por ciento en el PIB real de Estados Unidos en los siguientes 5 años además de que perdería competitividad frente a las economías asiáticas.
Por su parte, la Comisión Europea estima un crecimiento de 2.3 por ciento en la eurozona para este año. Si bien el periodo electoral clave ha sido superado, la reconfiguración de fuerzas pro-nacionalistas puede inyectar de inestabilidad en la región y poner en duda el proyecto europeo. Mención aparte merece el “Brexit” y de cómo las autoridades europeas logran llegar a un buen o mal acuerdo. En efecto, la recuperación económica en la región se ha traducido con mejoras en la actividad manufacturera, de exportación y en la inversión privada. De hecho, la tasa de desempleo ha alcanzado 9.5 por ciento, lo equivale 2.5 puntos porcentuales menor a los niveles pre crisis. No obstante, esta vez la incertidumbre provendría de los movimientos populistas en algunas regiones como España, Francia, Italia o Austria. Como bien apunta el organismo Carnetie Europe, la insatisfacción con la Unión Europea no es un evento reciente, pero se está materializando en conflictos políticos. De hecho, especialistas ven que un potencial debilitamiento en el liderazgo de la primera ministra en Alemania – Angela Merkel – podría significar un deterioro en la agenda económica, además de generar un entorno ideal para el surgimiento del populismo. Adicionalmente, están dos grandes temas sin atender: la incontrolable migración desde África y Asia, y la negociación del Brexit. Desde mi punto de vista, el mayor reto que enfrentará Europa en el 2018 no será económico sino geopolítico.
En cuanto a las perspectivas económicas en las zonas emergentes entre las que se encuentran países de Asia y Latinoamérica, el Banco Mundial estima un crecimiento de 4.1 por ciento en 2017 y 4.5 por ciento en 2018. Sin embargo, es en esta región donde observo más acontecimientos que podrían nublar el panorama.
En Medio Oriente tenemos el resurgimiento de poderes hegemónicos y antidemocráticos en Arabia Saudita cuya influencia geopolítica no es desdeñable; por el otro tenemos la latente crisis (aún sin resolver) entre Qatar y el resto de los reinos de Emiratos Árabes. China, por su parte, sigue evidenciando el poder hegemónico y control de la agenda político-económica del primer ministro Xi Jinping y el Partido Comunista. Uno de los problemas estructurales más complejos es y será la burbuja crediticia que afecta a los sectores inmobiliario y de la construcción, además de una restricción al crédito y menor inversión hacia el exterior. Adicionalmente, cambios en el congreso, la nueva estructura del partido y el nombramiento de un nuevo gobernador para el Banco Central serán elementos de incertidumbre. Las expectativas son en un progresivo debilitamiento en la economía para alcanzar un rango entre 5.8 y 6 por ciento en el 2018. Con todo, China será un elemento clave, tanto por la consolidación de su iniciativa “One Belt One Road” como por su intención de liderar acuerdos tan importantes como el TPP (por sus siglas en inglés).
En el caso de Latinoamérica, cuyos pronósticos de crecimiento este año apenas alcanzan el 0.8 por ciento, visualizo dos frentes: por un lado, prevalecen crisis económicas, de corrupción y violencia en varios países latinoamericanos y por el otro se visualiza un periodo de incertidumbre política por el periodo electoral en naciones clave como Chile, Colombia, México, Venezuela y Cuba. El riesgo político se origina tanto porque el discurso de la izquierda (acaso radical) pudiera ser la opción menos mala ante el hastío a la clase política gobernante, como porque los gobiernos no tendrán mayoría en sus congresos lo que limitaría su poder de acción. Por ejemplo, The Economist predice que la contienda presidencial en México podría definirse entre dos fuerzas: centro-izquierda (PRI) o izquierda radical (MORENA). En el caso de Chile, los especialistas auguran una segunda vuelta en la que Sebastián Piñera se moverá más hacia “la izquierda” para diferenciar su candidatura de Alejandro Guillier.
Mención aparte merece Brasil que cuenta con un déficit público cercano al 5.5 por ciento del PIB y una deuda/PIB de prácticamente 90 por ciento.
En suma, todo apunta a que el desempeño de la economía mundial estará condicionada por acontecimientos geopolíticos que, aunque impredecibles, no se deben perder de vista.
Elecciones en Latinamérica | ||
País | Fecha | Tipo |
Chile | Noviembre 2017 | Elecciones Generales |
Honduras | Noviembre 2017 | Elecciones Generales |
Cuba | Febrero 2018 | Elección Presidencial |
Costa Rica | Febrero 2018 | Elecciones Generales |
Colombia | Marzo 2018 | Elecciones Legislativas |
Paraguay | Abril 2018 | Elecciones Generales |
México | Julio 2018 | Elecciones Generales |
Venezuela | Diciembre 2018 | Elección Presidencial |
Fuente: Elaboración propia con datos de The Economist |
Perspectivas Económicas | ||
PIB real (%) | 2017 | 2018 |
Mundial | 2.7 | 2.9 |
Economías Avanzadas | 1.9 | 1.8 |
Estados Unidos | 2.1 | 2.2 |
Zona Euro | 1.7 | 1.5 |
Japón | 1.5 | 1 |
Economás Emergentes | 4.1 | 4.5 |
China | 6.5 | 6.3 |
Latinoamérica | 0.8 | 2.1 |
México | 1.8 | 2.2 |
Medio Oriente | 2.1 | 2.9 |
Volumen de comercio (%) | 4 | 3.8 |
Precio promedio del petróleo (%) | 23.8 | 5.7 |
Fuente: Banco Mundial |