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El tipo de riesgos que podrían derivar de una renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) no serán tan graves como se anticipaba tras las declaraciones del presidente estadounidense Donald Trump, por lo que es poco probable que perjudique de manera importante el acceso de México al mercado estadounidense.
De esa manera analiza la calificadora de riesgos Fitch Ratings a unos días del inicio de la revisión del acuerdo trilateral, debido principalmente al tono que han tenido las declaraciones del representante Comercial de Estados Unidos.
Expone que la incertidumbre por los resultados que podrán devenir podría impactar en el crecimiento económico, sin embargo, advierte que a mediano plazo se abren oportunidades que se han expuesto dentro de los objetivos de la renegociación.
La calificadora agrega que toma en cuenta que el secretario de Relaciones Exteriores de México expuso que se está buscando lograr un acuerdo en “términos generales” para el cierre de 2017 y que las elecciones venideras en ambos países imponen un plazo político ajustado para la renegociación y aprobación, ya que en México habrá elecciones federales el primero de julio y en noviembre se renovará puestos del Congreso de Estados Unidos.
Aunque se desconoce el resultado final, los riesgos derivados de la renegociación parecen haberse disminuido recientemente para la economía mexicana, en abril pasado, el presidente Trump declaró que todavía estaba considerando la salida del TLCAN y aún hay margen para cambios imprevistos en la política comercial de la administración.
Sin embargo, los objetivos publicados por el Representante Comercial de EU en julio, pese a reiterar la intención de reducir el déficit comercial de EU respecto a los demás países del TLCAN, incluían mantener como una prioridad el mutuo acceso libre de aranceles para los productos industriales; asimismo, sugieren que es menos probable que EU trate de utilizar reglas de origen para restringir el acceso de México al mercado estadounidense.
La incertidumbre en torno al proceso de renegociación podría pesar aún sobre la inversión mexicana (incluida la inversión extranjera directa) y el consumo; si las discusiones se desplomaran y EU actuara conforme a sus advertencias previas de retirarse del tratado, ello ocasionaría una disrupción comercial y desconcierto en los mercados financieros, aunque la restitución de las reglas de la Organización Mundial del Comercio podría moderar en cierta medida el impacto, indicó Fitch.
Un posible resultado más positivo sería que el tratado se ampliara para incluir sectores nuevos, tales como energía y comercio electrónico, así? como avances en materia de administración aduanera y facilitación del comercio, que también es uno de los objetivos comerciales de EU difundidos en julio.
Unas reglas de origen actualizadas, señala Fitch, podrían beneficiar a México si se incrementara el contenido regional, por ejemplo, en productos electrónicos, potencialmente a expensas de los productores asiáticos.
La actualización del TLCAN también podría impulsar los esfuerzos del gobierno mexicano para la reforma estructural económica, por ejemplo, al promover mayor inversión extranjera y competencia en los sectores de energía y telecomunicaciones.
Los riesgos menores para el crecimiento económico, junto a la estabilización esperada de la carga de deuda pública, fueron los factores clave considerados por Fitch para revisar a Estable desde Negativa la Perspectiva de la calificación soberana de México de ‘BBB+’ el pasado 3 de agosto.
El desempeño económico resiliente de México en el primer trimestre de 2017 contribuyó a que la agencia aumentara sus proyecciones de crecimiento del producto interno bruto a 2.0 por ciento para 2017 y 2.2 por ciento para 2018 en su más reciente Perspectiva Económica Global emitida en junio de 2017, desde 1.5 por ciento y 2.1 por ciento respectivamente.
Esas proyecciones de crecimiento no incorporan ningún resultado en específico de la renegociación del TLCAN. Sin embargo, un supuesto clave en el análisis de Fitch de la calificación soberana es que cambios en el tratado no dejarán al sector industrial mexicano en desventaja en el mercado estadounidense.