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El gobierno mexicano anunció que secundará las sanciones impuestas por la administración estadounidense de Donald Trump a “diversos” funcionarios y ex funcionarios venezolanos y externó su preocupación por la grave crisis que vive la nación sudamericana.
En un comunicado conjunto de las secretarías de Relaciones Exteriores y de Hacienda y Crédito Público señalan que México reitera su llamado al gobierno venezolano de Nicolás Maduro a reestablecer plenamente el régimen democrático y el Estado de derecho de manera pacífica.
Además, indican, refrenda que el gobierno de Venezuela tiene la oportunidad histórica de abrir un nuevo camino de reconciliación y paz, en el país que ha tenido un largo periodo de resistencia civil en la que han perdido la vida más de un centenar de personas, la mayoría de ellos jóvenes.
Mientras que el rechazo nacional en Venezuela ha logrado convocar a millones de ciudadanos en contra de las acciones gubernamentales, en la víspera el oficialismo sólo pudo congregar a centenares de personas en su respaldo a la celebración de la elección de una asamblea constituyente, convocada por el régimen.
México conminó en el comunicado conjunto al gobierno de Maduro para que reconsidere “la convocatoria a la Asamblea Constituyente y creando las condiciones para iniciar un proceso genuino de negociación política entre todos los venezolanos”
“Con respecto a las sanciones anunciadas por el gobierno de Estados Unidos a diversos funcionarios y ex funcionarios del gobierno de Venezuela por menoscabar la democracia y los derechos humanos en dicho país, así como por participación en actos de violencia, represión y corrupción, el gobierno de México, por conducto de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, informa que procederá en consecuencia, de conformidad con las leyes y convenios aplicables en la materia”, dice el comunicado oficial.
En su anterior intento por aislar al gobierno de Nicolás Maduro, la SRE y la Organización de Estados Americanos fracasaron en lograr un consenso entre los países integrantes del organismo.
A diferencia de la popularidad que gozó el gobierno encabezado por Hugo Chávez, Nicolás Maduro ha perdido paulatinamente apoyo por el debilitamiento tras la caída de los precios internacionales del petróleo, que las cifras reflejan como una caída de 8 por ciento y de 18 PIB en 2015 y 2016; inflación superior a 700 por ciento.
Además, la escasez de alimentos, medicamentos y servicios gubernamental ha sido creciente, mientras tanto los compromisos financieros internacional asumidos por la caída de ingresos, empiezan a ahogar a la administración.