Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 24 segundos
Si bien aún no hay alarma, la preocupación entre el sector privado es creciente por mantener la estabilidad macroeconómica en el país, luego de que se ha neutralizado muchas de las incertidumbres derivadas una renegociación brusca y hasta “ideológica” del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), para dar paso a una expectativa más racional.
Al respecto Luis Foncerrada, director del Centro de estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) expuso la necesidad de una clara autonomía del banco central, así como una política fiscal que busque reducir los desequilibrios en términos de deuda. Ambas, correctamente alineadas cederán las presiones al tipo de cambio y las presiones inflacionarias, precisó.
Por su parte, Mario Correa, directo de Estudios Económicos de Scotiabank, recordó que el tipo de cambio se encuentra subvaluado, ya que su nivel debe rondar alrededor de 15 pesos y respecto a la inflación mencionó que si bien hay motivos para aumentar temporalmente, deberá bajar en 2018, pero que será “muy importante que no se genere una inercia propia”, porque entonces sería muy complicado y costoso bajarla en el futuro, de ahí que el Banco de México se mantenga muy atento.
Por su parte Agustín Carstens, quien este año dejará de ser gobernador del Banco de México, coincidió en que se debe continuar trabajando en seguir fortaleciendo la economía interna, tanto en los ámbitos monetario, fiscal y estructural. Me voy tranquilo, dijo, porque dejaré la inflación encaminada hacia su objetivo (3 por ciento).
La preocupación por la estabilidad macroeconómica permitió a Enrique Zorrilla, director general de Scotiabank, señalar que “se nos olvida que no siempre la tuvimos. Hubo inflaciones de 150 por ciento, con hipotecas a tasas variables no sólo en el margen sino en la base, que eran verdaderas apuestas. Creo que era más fácil ganar en Las Vegas que pagar esas hipotecas en aquellos tiempos”.
Más enfocado en las incertidumbres generadas por el escenario internacional, el ex subsecretario de Hacienda y actual director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), Alejandro Werner, fue insistente en la necesidad de fortalecer la economía interna y reforzar las instituciones, para lo cual planteó la posibilidad de dar autonomía a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, así como evaluar la oportunidad de crear un consejo fiscal.
Foncerrada insistió en que la estabilidad macroeconómica es fundamental para que el consumo siga creciendo, se recupere la inversión se recupere, se mantenga la generación de empleos y para preservar el poder real del poder adquisitivo, que es el principal objetivo.