Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 40 segundos
Hace 18 meses una investigación periodística del portal Aristegui Noticias denunció una compra irregular de la llamada “Casa Blanca” de Enrique Peña Nieto. La denuncia pública permitió suponer que hubo un acto de corrupción porque la compra se hizo a una empresa contratista del gobierno federal cuyo dueño es Juan Armando Hinojosa Cantú. A este acto se le conoce como conflicto de interés. Recordemos que Grupo Higa también vendió y financió en 2012 una casa en Malinalco, Estado de México, al secretario de Hacienda, Luis Videgaray, con un valor de 7.5 millones de pesos.
Había transcurrido más de un mes de la desaparición de los estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa, “Isidro Burgos”, ocurrida la noche del 26 de septiembre y cuyo desarrollo fue mal medido por el gobierno federal. El 9 de noviembre de ese mismo 2014 vendría la publicación de dicha investigación periodística y las consecuencias fuero fatales para Enrique Peña Nieto y su gobierno. La indignación social que causó estos eventos se reflejó en diversas marchas a lo largo del país y el “momento” que vivía el gobierno federal tras la aprobación de las reformas estructurales se difuminó por completo a tal grado que la aprobación presidencial, 18 meses después, es la más baja para el presidente.
Esta serie de acontecimientos provocaron que Peña Nieto ofreciera una disculpa a los mexicanos. Lo hizo al promulgar las leyes que conforman el Sistema Nacional Anticorrupción en julio pasado, aceptando que la compra del inmueble fue un “error” pero defendiendo que en todo momento actuó “conforme a la ley”.
El presidente dijo, y cito textual: “en carne propia sentí la irritación de los mexicanos, la eniendo perfectamente. Por eso, con toda humildad les pido perdón. Les reitero mi sincera y profunda disculpa por el agravio y la indignación que les causé… Y en esto reconozco que cometí un error. No obstante que me conduje conforme a la ley, este error afectó a mi familia, lastimó la investidura presidencial y dañó la confianza en el gobierno”.
Peña Nieto además aseguró que para recuperar la confianza ciudadana todos tenemos que ser autocríticos, tenemos que vernos en el espejo. “Empezando por el propio presidente de la República…cada día, a partir de ello, estoy más convencido y decidido a combatir la corrupción”, afirmó.
¿Qué trató de explicarnos Peña Nieto en la promulgación de las Leyes Anticorrupción? ¿De qué error habla? ¿De haber comprado una casa a su contratista favorito dando por hecho el “conflicto de interés”? ¿O dar como válida la investigación periodística y a su vez minimizándola al ser su esposa, Angélica Rivera, quien diera una explicación de la compra-venta de dicha casa en un video muy desafortunado que desgastó a la primera dama?
El historiador Enrique Krauze mencionó en una entrevista en el programa “El Weso” de W Radio que el perdón de Enrique Peña Nieto llegó tarde. Sin embargo este gesto reconoce la autenticidad del corazón del reportaje de “La Casa Blanca” y es un acto con el cual esta administración tratará de finalizar con decoro lo que resta del sexenio, porque de lo que está seguro Peña Nieto es que la campaña con miras a la elección presidencial de 2018 estará cargada a los posibles actos de corrupción dentro de su gobierno y a los gobernadores priístas que han hecho de Veracruz, Chihuahua y Quintana Roo estados con altos índices negativos para el partido en el poder.
Sabemos que la corrupción es un mal que afecta a todos los ámbitos de la vida pública, frena el desarrollo social y económico, debilita a las instituciones, y crea enormes desigualdades y por si fuera poco, provoca injusticia.
No tengo duda que el perdón del presidente fue sincero. La voluntad para crear el Sistema Nacional Corrupción, que vale la pena decir, fue con el empuje de muchísimas organizaciones comprometidas con la transparencia y con la rendición de cuentas, será sin duda un parteaguas en la lucha contra ese mal que aqueja a nuestro país. Ofrecer una disculpa también marcó para siempre a Enrique Peña Nieto. Pero hoy la pregunta es: ¿realmente el posible acto de corrupción se resolvió con pedir perdón?
Estados Unidos
En este espacio comentamos que los posibles candidatos a la presidencia de Estados Unidos serían Hillary Clinton del lado demócrata y Donald Trump del republicano. Hoy es una realidad. El temor que genera Trump como posible presidente de la nación más poderosa del mundo es cada vez más latente. Donald Trump nos recuerda que la nación americana es profundamente racista y con todo esto Barack Obama nos recordó en la Convención Demócrata: “The American Dream is somenthing no wall ever contain”. Eso deseamos.
*Salvador Zaragoza , periodista y productor.
Correo electrónico: szaragozaa@gmail.com / twitter.com/SalvadorZA