Tiempo de lectura aprox: 58 segundos
Con el nuevo reglamento de la Ley de Ayuda Alimentaria para los Trabajadores se mejorará el estado nutricional de los asalariados y por lo tanto se mejorará la productividad en los centros de trabajo, aseguró el secretario del Trabajo y Previsión Social, Alfonso Navarrete Prida.
De acuerdo con la dependencia este ordenamiento establece que los patrones podrán optar, de manera voluntaria o concertada, por otorgar a sus trabajadores ayuda alimentaria en alguna de las siguientes modalidades o mediante combinaciones de éstas, pero no en efectivo:
- Comidas proporcionadas a los trabajadores en comedores, restaurantes o establecimientos de consumo de alimentos.
- Despensas, ya sea mediante canastillas de alimentos o por medio de vales de despensa.
Entre los principales beneficios para los trabajadores destaca la disminución en el gasto de alimentación de sus familias, lo que les permite destinar esos recursos a otros bienes de primera necesidad.
Igualmente, mejoría de su salud y prevención de enfermedades al modificar sus condiciones nutricionales. Además, los gastos del patrón por este concepto no son considerados como parte de la base de las aportaciones de seguridad social.
Por su parte, en el caso de los empleadores, los gastos derivados de la ayuda alimentaria son deducibles de impuestos. Adicionalmente, contar con una fuerza laboral con una mejor alimentación reduce el riesgo de accidentes laborales, los índices de ausentismo y contribuye al incremento en la productividad, la motivación y satisfacción de los trabajadores.
Los patrones que establezcan esquemas de ayuda alimentaria deberán contar, según corresponda la modalidad, con los contratos celebrados por escrito con los proveedores, así como con el soporte físico o electrónico de los trabajadores que recibieron la ayuda alimentaria, considerando el monto cuantificable en dinero, la fecha o periodo de aplicación de la ayuda recibida y el acuse de recibo del trabajador.