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Son muchos los problemas que enfrenta la economía que vive un periodo de estancamiento y que la recuperación en Estados Unidos podría ayudar a reducir.
Las remesas, las ganancias de los exportadores gracias al tipo de cambio y la demanda de insumos y componentes para sectores como el automotriz y el maquilador, son algunos de los factores positivos que están impulsando una recuperación selectiva pero que, lamentablemente, resulta insuficiente para generar el crecimiento superior al 3 por ciento que necesita la economía para el desarrollo de empleos y el impulso a la demanda.
Las campañas políticas y el gasto público para que se lleven a cabo las elecciones también podrían inyectar un poco de dinero a la economía. No mucho, pero abona y genera empleos, aunque sean temporales.
Sin embargo, los inversionistas siguen en espera de señales que demuestren la consistencia de las políticas públicas que dirige la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), a cargo de Luis Videgaray.
Por supuesto, no sólo hablamos del manejo del endeudamiento público o de la liberación de recursos, sino de las estrategias fiscales para corregir la reforma tributaria, que dejó muy inconformes a los empresarios.
Es cierto, quizás se elevó la recaudación y contribuyó a aliviar un poco la estrepitosa caída en los precios del petróleo. Un ejemplo es la discreta solicitud de revisar incentivos fiscales por parte de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD), que preside Vicente Yáñez.
La demanda de un Presupuesto Base Cero busca, precisamente, demostrar que el gobierno sí puede reducir el gasto corriente que poco aporta al desarrollo y hasta redireccionar recursos. Al demostrar que el dinero público se está gastando mal, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), que lleva Gerardo Gutiérrez Candiani, buscará hacer válidos los estudios y argumentos que demuestran que el gobierno no necesita más recursos, sino gastarlos bien.
Se espera, además, que el próximo año las reformas al sector de la energía comiencen a rendir frutos y que la Ronda Uno libere inversiones para impulsar las regiones con vocación petrolera. Para ello, no obstante, se busca que la cancha sea pareja y que no sólo se otorguen condiciones fiscales favorables a las empresas extranjeras que, interesadas en este sector, solicitaron a la SHCP y a la Secretaría de Energía revisar los términos fiscales de las condiciones para invertir en nuevos proyectos de gas, petróleo y electricidad.
La SHCP necesita la inversión privada para que la economía crezca. Sin esa dinámica, una reforma fiscal tributaria que reduzca la concentración del ingreso y eleve de manera consistente la participación de los recursos fiscales respecto al PIB, será cuesta arriba.
Por Claudia Villegas Cárdenas
Directora General Fortuna