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Se debe aceptar que un bajo coeficiente de inclusión financiera se asocia con altos índices de pobreza, afirmó el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens.
Dijo que hablar de inclusión financiera obliga inevitablemente a reconocer “las duras lecciones que aún debemos digerir sobre la economía de la pobreza”.
La exclusión de los mercados financieros formales que padecen aún grandes núcleos de la población en México y en el mundo, constituye uno de los más férreos obstáculos para la superación de la pobreza, dijo Carstens en la inauguración del Foro Internacional de Inclusión Financiera realizada por el presidente de México, Enrique Peña Nieto.
“Es muy caro para quien es pobre no tener acceso a instrumentos de ahorro y crédito. Esto, debido a que quienes sufren la estrechez de recursos padecen también severas restricciones para emprender negocios productivos, financiar proyectos de mejora del capital humano, planear a plazos razonables la adquisición de una vivienda o para afrontar exitosamente adversidades y catástrofes naturales”, precisó.
Carstens señaló que “la diferencia abismal entre quienes tienen acceso pleno a la intermediación financiera moderna, eficiente, regulada, de carácter formal y quienes tienen que recurrir a mecanismos de ahorro ineficientes, caros, inciertos, carentes de regulación y garantías, radica fundamentalmente en los elevadísimos costos de transacción que los segundos deben afrontar”.
Agregó que “las tandas organizadas de forma espontánea en muchos centros de trabajo y colonias, son una respuesta a la necesidad de ahorrar y obtener crédito que tienen muchas familias”.
“Por tanto, el gran reto que tenemos las autoridades financieras, es crear las condiciones para que estas necesidades: ahorro y financiamiento, encuentren cauces modernos, confiables y eficientes, que permitan evolucionar los modelos populares de ahorro y crédito hacia canales formales. Estas redes de intermediación financiera formal deben abatir, para el usuario, los costos de transacción”.
Sostuvo que con la Reforma Financiera se pretende derribar barreras de información, dar una mayor fuerza a la banca de desarrollo, facilitar la movilidad de los usuarios entre distintos intermediarios para aprovechar las mejores alternativas, fortalecer la protección de los usuarios a los servicios financieros y multiplicar los puntos de acceso a los mismos.
Carstens destacó que la Reforma en Telecomunicaciones busca una mayor competencia en telecomunicaciones, lo que generará un abatimiento en los costos de transacción en múltiples operaciones de integración financiera, desde las básicas hasta las más complejas.
“Servicios de telecomunicación más accesibles en costo, más eficientes y de mayor calidad y cobertura, significarán un acceso más franco a la intermediación financiera para la población de menores recursos y, por ende, elevará las posibilidades de bancarizar a un elevado porcentaje de nuestra población”.
Consideró que otro elemento crucial para la inclusión financiera es sustentar la confianza en la población al contar con fundamentos macroeconómicos estables y sólidos a través, tanto de una política fiscal responsable, como de una política monetaria empeñada en la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda, junto con el respeto constante del Estado de Derecho.
El gobernador del Banco de México aseveró que “sólo abatiendo de forma perdurable y sostenida los costos de transacción y democratizando los beneficios de una intermediación financiera moderna, se podrá romper el círculo vicioso entre pobreza y exclusión financiera”.