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El costo de las reformas estructurales es el bajo crecimiento económico, concluye un análisis de Accival Casa de Bolsa Banamex, tras una reunión con el secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray.
El problema de México en los últimos 20 años no ha sido la estabilidad, sino el crecimiento, ya que en este periodo el crecimiento promedio del Producto Interno Bruto (PIB) de México ha sido inferior al del resto de Latinoamérica, a pesar de la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y el compromiso para estabilizar las finanzas públicas. El diagnóstico fue que la ausencia de reformas estructurales había estado bloqueando el crecimiento, señala el análisis firmado por Julio R. Zamora.
Añade que desde la llegada al poder de la administración del presidente Enrique Peña Nieto, el objetivo ha sido eliminar estas barreras al crecimiento, mediante la aprobación de reformas en varias industrias, incluyendo el sector energético,de telecomunicaciones, laboral, financiero, educativo y fiscal.
Sin embargo, destaca que, a pesar de superar los desafíos legales, el crecimiento no ha repuntado y la población, así como los mercados, se muestran impacientes por ver cómo estos cambios se traducen en mayores tasas de crecimiento.
El documento refiere que el 12 de junio sostuvieron un desayuno de trabajo con el secretario de Hacienda, quien les indicó que las expectativas nunca fueron que el impacto de las reformas se tradujera en un crecimiento en un par de trimestres y que el cambio que está teniendo lugar es a largo plazo y fundamental, y requerirá más que unos pocos trimestres para que su efecto se sienta en la economía.
Asimismo, que la implementación de las reformas genera debate y resistencia por sí mismo. Por lo tanto, se necesita una agenda reformista para pagar algunos costos iniciales y, paradójicamente, parte del costo es un menor crecimiento.
Ya que el impacto negativo sobre el crecimiento a corto plazo no era inesperado, el gobierno ha utilizado algunas herramientas a corto plazo para promover el crecimiento, tales como una política fiscal más estimuladora en 2014 frente a 2013. En este esfuerzo, el reciente recorte de la tasa de interés interbancaria por el Banco de México (Banxico) también ayuda.
La estructura económica de México es sólida, y la economía nacional es muy abierta. Como indicamos anteriormente, los argumentos presentados en este reporte no son nuevos, forman parte de nuestra tesis de “la mejor casa de un vecindario malo”.