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De cada 13 pesos que pagan los mexicanos por 1 litro de gasolina Premium, al menos 10.66 se desperdician, mientras que de los 12.46 pesos por 1 litro de Magna, el déficit para sus bolsillos es de 10.22. El ingeniero José Manuel Muñoz, integrante del Observatorio Ciudadano de la Energía, explica que esta merma financiera ocurre porque los motores de los automóviles convencionales aprovechan sólo el 18 por ciento del combustible que consumen
Mes con mes, el costo de las gasolinas Magna y Premium aumenta, pero su eficiencia no. Y es que el motor de un automóvil convencional aprovecha sólo el 18 por ciento del energético que consume, explica el ingeniero José Manuel Muñoz, integrante del Observatorio Ciudadano de la Energía, AC.
Por este motivo, opina, el país debe transitar hacia el consumo de energías limpias; hecho, que, sin embargo, no se planteó en la reforma energética aprobada al cierre de 2013.
El ingeniero Muñoz detalla que cuando el vehículo se encuentra atrapado en embotellamientos –como suele suceder en todas las urbes del país, en especial en la Ciudad de México y el área metropolitana– el rendimiento de la gasolina se reduce a cero: mientras el motor se encuentra encendido sí consume combustible, pero de esa cantidad no se aprovecha nada, ni siquiera el 1 por ciento.
Y aunque de cada litro sólo el 18 por ciento o menos es aprovechable, el costo para el automovilista no disminuye. Mientras el usuario paga por cada litro que le surten en las dispensadoras 12.46 pesos por 1 litro de Magna o 13 pesos por 1 litro Premium, el productor aumenta sus ganancias.
Así, la pérdida mínima para quienes usan gasolina Magna es de 10.22 pesos por cada litro que consumen, y para quienes optan por Premium es de 10.66 pesos por cada litro del combustible.
Para el ingeniero Muñoz es claro que el tipo de transporte que se debe promover no sólo en México, sino en el resto del mundo, es el eléctrico: un tipo de transporte masivo eléctrico como el Sistema de Transporte Colectivo Metro, que fue y sigue siendo una “hazaña tecnológica”.
El experto en el sector eléctrico propone ir reduciendo gradualmente el uso de gasolinas, para aminorar la contaminación y mejorar el medio ambiente.
Sin embargo, en México circulan al menos 35 millones 5 mil 913 automóviles, camionetas, camiones y motocicletas. El reporte Vehículos de motor registrados en circulación del Instituto Nacional de Estadística y Geografía indica que en 2012 habían 23 millones 644 mil 820 autos, 341 mil 558 camiones para pasajeros, 9 millones 429 mil 827 camiones y camionetas para carga, y 1 millón 589 mil 708 motocicletas.
Contaminación
De acuerdo con el libro Usos y abusos de las gasolinas, de Isaac Schifter y Esteban López Salinas, los vehículos de motor son la fuente de mayor contaminación ambiental: los generadores principales de monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno, compuestos orgánicos volátiles, y gases responsables del efecto invernadero.
También contribuyen con otros contaminantes tóxicos, como el benceno, butadieno y otros carcinógenos asociados a pequeñas partículas sólidas emitidas por el escape.
Para los autores, debido a que la flota vehicular continúa creciendo, “las emisiones de los vehículos a motor y los productos de su transformación en la atmósfera se han convertido en parte importante de casi cualquier problema de contaminación”.
De acuerdo con las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, mientras que en 1980 había en circulación 5 millones 758 mil 330 vehículos de motor registrados, en 1990 eran 9 millones 862 mil 108; para 2000, ya ascendían a 15 millones 611 mil 916, y para 2010, 31 millones 636 mil 258. El más reciente dato que tiene la autoridad es el de 2012, que refiere los más de 35 millones de vehículos en México.
El libro Usos y abusos de las gasolinas indica que de las cinco sustancias más peligrosas y prioritarias en su abatimiento en orden decreciente de amenaza, según Estados Unidos, dos están asociadas con los carburantes: plomo, que ocupa el primer lugar, y benceno, que se encuentra en el quinto.
Los autores refieren que la gasolina genera dos contaminantes: sus vapores, y los productos (generalmente gaseosos) de su combustión. La evaporación del combustible en algunas partes del sistema motriz contribuye a la emisión global de hidrocarburos en alrededor de 30 por ciento del total de las emisiones de compuestos orgánicos volátiles de fuentes móviles.
Calidad del aire que respiramos
Aunque México no figura entre las 10 ciudades más contaminadas del mundo de la revista Quartz, los niveles de contaminación del aire en algunas de sus ciudades sí ponen en riesgo la salud de los habitantes.
De acuerdo con el Sistema de Monitoreo Atmosférico de la Ciudad de México, “los adultos mayores junto con los niños representan el grupo de la población más susceptible a la contaminación del aire, ya que la exposición a altas concentraciones puede comprometer su salud”.
La institución refiere que en la medida en que las personas envejecen se vuelven más susceptibles a las amenazas del medio ambiente, lo que podría ocasionar o agravar condiciones crónicas de salud o hasta amenazar la vida.
“Los adultos mayores han acumulado durante toda una vida contaminantes ambientales y ocupacionales. En la Ciudad de México, los efectos de la contaminación del aire pueden manifestarse en síntomas de enfermedades respiratorias y cardiovasculares, ya que en más del 50 por ciento de los días se registran niveles altos de ozono y partículas, principalmente.”
La autoridad capitalina reconoce en su página de internet que el ozono es un fuerte irritante de los pulmones y las vías respiratorias, capaz de ocasionar dolor en el pecho (que frecuentemente es confundido con un ataque al corazón) y agravar condiciones de salud crónicas que requieran de visitas a salas de emergencias.
El Sistema de Monitoreo Atmosférico refiere que la contaminación por partículas representa un riesgo mayor: “Por sus características y tamaño pueden agravar las enfermedades cardiacas y pulmonares, como la enfermedad crónica obstructiva pulmonar –común en personas de edad avanzada– y el asma, y puede ser responsable de serios efectos en la salud que inclusive lleven a la hospitalización o la muerte prematura. Es importante mencionar que los adultos mayores son más sensibles a los daños por partículas, porque sus reservas fisiológicas disminuyen con la edad y tienen una mayor propensión a enfermarse”.
Por ello, el Sistema recomienda a los ancianos que se informen. “Los adultos mayores pueden mejorar su salud y calidad de vida manteniéndose informados sobre los factores agravantes de dichas enfermedades y controlar los principales factores de riesgo que no estén relacionados con las condiciones ambientales. Se recomienda limitar las actividades al aire libre cuando la condición de la calidad de aire es mala, según los reportes de horarios del Índice Metropolitano de la Calidad del Aire”.
Producción de gasolinas
En México, la producción diaria de gasolinas es de alrededor de 438 mil barriles. Así lo reporta la paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex) para los primeros 10 meses de 2013. La cifra es 5 por ciento superior a la obtenida en 2012, equivalente a 23 mil barriles diarios.
Aunado a la producción local, se importan 344 mil barriles diarios, volumen que significó una disminución de 11 por ciento comparado con igual lapso de 2012.
De acuerdo con la petrolera, “de enero a octubre de 2013, Pemex Refinación vendió en el territorio nacional un promedio de 783 mil barriles diarios de gasolinas, de las cuales 666 mil barriles (85 por ciento) correspondieron a Pemex Magna y 117 mil barriles (15 por ciento) a Pemex Premium”.