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Las aportaciones que recibe el sistema individualizado de pensiones en México serán insuficientes para garantizar que los trabajadores que desde hace 17 años han confiado su jubilación a este sistema conserven su poder adquisitivo en los años de retiro. Por ello, el gobierno federal buscará adelantarse a esa crisis y este año anunciará el primer programa de impulso –con fondos públicos– al ahorro voluntario, con el propósito de incrementar el monto de los recursos que gestionan las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores).
Carlos Noriega Curtis, presidente la Asociación Mexicana de Administradoras de Fondos para el Retiro (Amafore), informó en entrevista que, como parte de los recursos para el Presupuesto de Egresos de la Federación en 2014, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) logró que el Poder Legislativo aprobara una partida disponible para incentivar el ahorro voluntario de los trabajadores.
“El gobierno federal ha iniciado un programa para incentivar el ahorro del trabajador con recursos gubernamentales. Aquí, la idea inicial es un proyecto piloto, que hemos venido pidiendo por muchos años, donde por cada peso que ponga el trabajador, el gobierno pone 20 centavos. Es una maravilla realmente, pero es un proyecto todavía limitado; en este año serán 60 pesos del gobierno por cada 300 pesos del trabajador”, dijo Noriega Curtis, quien fue subsecretario de Hacienda y director de Investigación Económica del Banco de México.
El ahora presidente de la Amafore agregó que en la SHCP se trabaja en la elaboración de las reglas que permitirían, a través de la Tesorería de la Federación, apoyar a los trabajadores que realizarán sus aportaciones voluntarias con fondos públicos.
El mecanismo, dijo Noriega Curtis, deberá poner en operación cuando el trabajador con Afores tenga la posibilidad de depositar en su cuenta en cualquier punto bancarizado, no sólo en las oficinas de un banco o de su Afore, sino a través de tiendas de conveniencia, de autoservicio o corresponsales bancarios, con sólo proporcionar su Clave Única de Registro de Población (CURP).
Si bien es cierto que la Amafore ya cuenta con una robusta plataforma tecnológica para lograr el éxito de este proyecto a través de la compañía Procesar que administra las bases de datos del sistema individualizado de pensiones, este programa de la SHCP y la Amafore necesitará ampliar su cobertura en muchos segmentos del sector financiero.
La Amafore confía en que la primera fase de este proyecto iniciará en 2014. La relevancia de este esquema de aportación de fondos públicos no sólo se encuentra en el incentivo a los trabajadores para que realicen depósitos voluntarios sino en la estrategia que deberá alcanzarse para ampliar los canales para incrementar el ahorro para el retiro.
“Quisiéramos llegar a que, en cualquier tienda de conveniencia, departamental o supermercado, tú puedas, dando tu CURP, decir: este es mi CURP, y tengo 20 centavos, 50 pesos, el día de hoy me sobran de mi gasto, y los deposito”, explicó.
Las Afores
Al cierre de 2013, las Afores y sus rendimientos enfrentaron uno de sus peores años ante la volatilidad de los mercados financieros con rendimientos nominales que ni siquiera alcanzaron el cuatro por ciento. A pesar de ello, dijo el presidente ejecutivo de la Amafore, se mantienen como el mejor instrumento para resguardar los ahorros de los trabajadores en el país pero sus rendimientos, afirmó Noriega Curtis, sí se han visto limitados por el lento crecimiento de la economía y la limitada oferta de instrumentos de inversión que cumplan con los requisitos que exigen estas administradoras por lo que todavía deben buscar activos en el extranjero para dirigir parte de sus recursos.
“El año pasado, si un trabajador hubiera invertido directamente en la Bolsa Mexicana de Valores habría tenido un rendimiento negativo de más de 2 por ciento; si sólo hubiese invertido en bonos gubernamentales a largo plazo, habría tenido un rendimiento negativo todavía más pronunciado”.
En 17 años, además, el monto de los fondos concentrados en las Afores registra tasas promedio de crecimiento superiores al 20 por ciento, es decir, casi 13 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). De esta forma, entre otras alternativas con las que cuentan en sus portafolios, las inversiones de los recursos de las Siefores en compañías de sectores estratégicos como el de la infraestructura, han permitido canalizar fondos al crecimiento de la economía. Empero, Noriega Curtis estimó que al llegar a un nivel de 20 por ciento respecto del PIB, el dinero para el retiro de los trabajadores concentrado en las Afores contribuirá al crecimiento del uno por ciento del PIB. El presidente ejecutivo de la Amafore destacó con estos números el impacto positivo de un instrumento y de un sistema que, si bien se ha convertido en el eje financiero de la seguridad social en el país, su impacto macroeconómico en las políticas públicas debe considerarse un acierto.
Falta corregir, sin embargo, el bajo nivel de aportaciones voluntarias, y para ello adelanta la puesta en marcha de un programa de estímulos a partir de recursos públicos. Para Noriega Curtis, el gran reto de las Afores – instituciones cada día más sofisticadas –, pero también del gobierno federal, es incorporar trabajadores del sector informal al Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR). Muchos de ellos, quienes perdieron su empleo, ya tienen cuentas que deben reactivarse.