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Al Hospital General de la Ciudad de México, acude todos los días puntual y sin falta. Médico patólogo e inmunólogo, investigador, divulgador de la ciencia, historiador y miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, el doctor Ruy Pérez Tamayo es un mexicano que decidió, a pesar de haber recibido invitaciones de todo el mundo, quedarse en México para seguir formando médicos y continuar con su labor de investigación.
Pérez Tamayo, también integrante del Colegio Nacional, recibió en 1974 el Premio Nacional de Ciencias y Artes y actualmente continúa con sus labores de investigación y difusión. Su historia es la de un mexicano ejemplar y por ello en esta edición la revista Fortuna le dedica su portada. En Ruy Pérez Tamayo la meritocracia es la constante de su exitosa, pero sobre todo fructífera carrera científica.
Egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en donde se graduó en la licenciatura de medicina en 1950, a Ruy Pérez Tamayo no sólo se le admira por sus investigaciones en el campo de la hepatología sino, sobre todo, por la formación año con año de cuadros médicos comprometidos con la labor social y los compromisos humanitarios de esta carrera. Fue el doctor Ruy Pérez Tamayo quien, por sólo mencionar una de sus grandes labores, participó activamente en la documentación de los datos que hace más de 50 años demostrarían que la población mexicana sufría ya los primeros rastros de una epidemia: la cirrosis, los padecimientos hepáticos.
En la entrevista con la revista Fortuna, Ruy Pérez Tamayo –también historiador acucioso del México revolucionario y de la postguerra– recuerda cómo entre la sala de urgencias, las salas de atención ambulatoria y los pocos cuartos para recuperaciones más largas con los que se contaba en el Hospital General de la Ciudad de México, maestros y estudiantes iban documentando al fragor del trabajo del médico que busca salvar una vida, los síntomas de las enfermedades hepáticas de los mexicanos en un intento por comenzar a escribir la prevalencia de estos padecimientos que hoy representan una de las principales causas de muerte en el país, vinculados con la obesidad y los problemas sociales como el alcoholismo.
El doctor Ruy Pérez Tamayo, condecorado recientemente con la Medalla al Mérito “Luis García de Arellano”, por parte del Congreso de Tamaulipas, lamenta que México pasara de la hambruna de principios del siglo pasado a la obesidad que genera enfermedades mortales. Son los hábitos de consumo de los mexicanos que han cambiado radicalmente influenciados por una nueva cultura la que estaría provocando verdaderas pandemias que, dice Pérez Tamayo, están poniendo en riesgo el bono poblacional del país. Son los niños, dice el científico mexicano, quienes está sufriendo las grandes y tristes consecuencias de esta transformación.
En el Instituto Politécnico Nacional, Ruy Pérez Tamayo se graduó como doctor en inmunología. Así, fundó en la Facultad de Medicina la Unidad de Patología. Actualmente es jefe del Departamento de Patología del Hospital General y con más de 58 años de docencia es ya maestro emérito en la máxima casa de estudios en el país. Crítico de muchas políticas públicas que descuidan la salud y la educación de los mexicanos, Pérez Tamayo tiene, sin embargo, una opinión positiva respecto a la situación de las instituciones del gobierno federal que se hacen cargo de la administración de las entidades del sector salud. Él sabe que el camino no ha sido sencillo; Pérez Tamayo recuerda cómo los registros estadísticos sobre la epidemiología de muchas enfermedades prácticamente comenzó a escribirse en un cuaderno en blanco.