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Mario Esquivel/Prensa Latina
Caracas.- El sistema financiero venezolano, sometido a presiones ante la elevada demanda de moneda extranjera, ajusta sus mecanismos cambiarios para enfrentar los ataques especulativos contra la moneda nacional: el bolívar fuerte.
La responsabilidad en el manejo de divisas para 2014, con recursos previstos en torno a los 42 mil 700 millones de dólares, recae ahora en el Centro Nacional de Comercio Exterior (Cencoex).
El nuevo órgano sustituirá de forma progresiva a la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi), además de apoyarse en un esquema que se activó en el primer trimestre de 2013.
En efecto, el Sistema Complementario de Administración de Divisas (Sicad) está ya plenamente operativo mediante el procedimiento de subastas dirigidas a personas jurídicas y naturales.
Al respecto, el Banco Central de Venezuela (BCV) señaló que mediante ese esquema se gestionarán este año 11 mil 400 millones de dólares, cifra varias veces superior a los mil 700 millones negociados en 2013.
Asimismo, el tipo de cambio de las operaciones será el referencial para el turismo extranjero y la venta de oro al ente emisor, así como las divisas de las empresas mixtas del sector petrolero.
En ese sentido, la entidad resaltó que el Sicad ha demostrado ser un mecanismo confiable desde el punto de vista operativo por su rapidez, transparencia y efectividad.
De esa forma, la estrategia económica del gobierno venezolano, dirigida a la transformación del modelo social en el país, avanza hacia un nuevo sistema cambiario sustentado en un esquema de bandas que prioriza la optimización en el empleo de divisas.
Según el vicepresidente del Área Económica, Rafael Ramírez, el límite mínimo de ese mecanismo está en la tasa oficial de 6,3 bolívares por dólar, en tanto el valor máximo se vincula con la paridad definida mediante las subastas del Sicad.
Al tomar en cuenta el tope vigente en la actualidad, las operaciones contemplan entonces una tasa de 11.36 bolívares por unidad de la moneda estadounidense, con nuevos sectores reorientados a esa referencia para acceder a financiamientos.
Unido a ello, como novedad mediante el Sicad se atenderán actividades vinculadas a gastos de tarjetas de crédito, efectivo para viajes, líneas aéreas, remesas familiares, reaseguros e inversión extranjera, entre otras, beneficiadas hasta el momento con la tasa preferencial.
Mientras, en esta última se incluirán los estudiantes, las pensiones y las jubilaciones, los diplomáticos y los casos especiales, unido a aquellos requerimientos vinculados con sectores prioritarios de la economía.
Las medidas, vinculadas con los planes de un nuevo orden económico, responden también a la necesidad de contrarrestar al excesivo incremento en los gastos por concepto de boletos aéreos, cupos de tarjetas de crédito y remesas en 2013 (ocho mil 600 millones de dólares).
Para el actual año, dijo Ramírez, el Sicad subastará sólo cinco mil millones orientados a los conceptos mencionados anteriormente.
Por otra parte, en los gastos de divisas previstos en 2014 (42 mil 700 millones de dólares), se contemplan elementos como el cumplimiento de las obligaciones de la deuda externa y los recursos dirigidos al funcionamiento del sector público.
De manera adicional, a corto plazo se espera la modificación de la Ley de Ilícitos Cambiarios, lo cual permitirá una ampliación del espectro de entidades que podrán ofertar montos en moneda extranjera a través del Sicad.
En mayor medida, las acciones del gobierno apuntan también a frenar el denominado dólar paralelo, considerado como un elemento agresivo y antinacional que presiona al alza de la inflación e incentiva el desabastecimiento.
Las decisiones están relacionadas con la necesidad de equilibrar los ingresos y egresos en Venezuela, país con una economía rentista petrolera que aspiramos a superar, añadió Ramírez.
Con estas iniciativas, se espera que la economía opere bajo la influencia de los planes General de Divisas y de Importación, diseñados para cubrir los requerimientos del país.
Además, el gobierno conformó una comisión encargada de analizar las operaciones realizadas a través de Cadivi, con el propósito de esclarecer en la práctica la labor de las empresas solicitantes y el empleo de las divisas adjudicadas.