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Roberto F. Campos/Prensa Latina
La Habana.- En medio de una guerra con otras empresas por el desarrollo y comercio de procesadores de computadoras, la compañía estadunidense Intel anunció un fuerte recorte de sus trabajadores a nivel mundial.
Esta firma confirmó en enero pasado que reducirá su plantilla global en cinco por ciento de los más de 100 mil trabajadores, y argumentó la decisión por malos resultados económicos.
Que el fabricante más importante de microchips del mundo declare tal reducción de plantilla evidencia una lucha por el mercado tecnológico sin precedentes, en medio del desarrollo más importante de la tecnología y la hiperconectividad, esperada en un futuro cercano, con fuertes bases en el presente.
Durante 2013, los beneficios netos de Intel decrecieron 13 por ciento, incluso pese a que el mercado de ordenadores personales parece estabilizarse, siempre con datos de la propia empresa.
Estos problemas comerciales se deben sobre todo a un mayor crecimiento de los teléfonos inteligentes y tabletas, por delante de las computadoras de escritorio e incluso las laptops.
Tal combate pone como primera víctima a la computadora personal o PC, considerada por algunos expertos en fase terminal, aunque la agonía aún puede durar unos cuantos años, hasta 10, para de esa manera poner a este mercado en el fin de toda una era.
El ordenador personal transformó su ruta de un fuerte impacto a un complicado equipo de cómputo propio del hogar moderno, ahora desplazado con ímpetu por los dispositivos móviles, inteligentes, que dominan el mercado.
Intel se caracterizó por ser el primer beneficiado de ese comercio en la era tecnológica, ahora tambaleante de alguna manera.
El mercado mundial de ventas de ordenadores personales disminuye a pasos agigantados, y el problema principal para Intel es que el 65 por ciento de sus ganancias terminan.
En contraposición, los teléfonos inteligentes crecen en 50 por ciento durante los más recientes 12 meses.
Otra preocupación de parte de los analistas de mercado está en que la combinación de PC, tabletas y teléfonos depara para Intel una reducción de 80 por ciento del mercado a 35 por ciento, y la posibilidad de una caída posterior de hasta 29 por ciento.
De ahí que Intel se enfrasque en participar con Motorola en un nuevo teléfono, desde que Google la comprara. Ello infiere que quiera codearse con los mayores en cuanto a la nueva era de móviles y tabletas.
Y el tercer percance para la empresa es que los demás no quieren partir el pastel.
En esa guerra comercial, aparece la empresa británica ARM encargada de crear los chips de la mayoría de los dispositivos móviles, y en tal batalla también participan Apple con su iPad, Qualcomm con su procesador SnapDragon y Nvidia con su Tegra, con chips y arquitectura de ARM, todo en lugar de Intel.
La ventaja, comentan expertos, está en ARM puede adaptarse a lo que sus socios requieren a un precio más competitivo y con un menor tamaño, para permitir dispositivos móviles cada vez más delgados.
Dicha pelea se agudiza con la aproximación de Intel al Motorla Razr, para tratar de enfrentarse a la debacle. Por tanto, ahora solo resta esperar a ver qué derroteros toma dicha disputa de procesadores en el mercado tecnológico.
Un ingrediente más en este litigio lo aportan las tabletas Surface de Microsoft y su sistema operativo Windows 8, en una versión con arquitectura ARM y otro con Intel.
Ese sumamente competitivo mercado de los dispositivos móviles es terreno fértil para la pelea entre los grandes del momento: Apple, Samsung, Google, Microsoft y Amazon.
Intel Corporation, ¿fin de un reinado?
Intel Corporation, mientras tanto, anota como el mayor fabricante de circuitos integrados del mundo; compañía creadora de una serie de chips del tipo x86, los más encontrados en la mayoría de las computadoras personales.
Esta empresa apareció el 18 de julio de 1968 como Integrated Electronics Corporation, liderada por los pioneros en semiconductores Robert Noyce y Gordon Moore, y bajo visión de Andrew Grove. Dicha compañía creció en Mountain View (California).
Como elemento curioso, el 58 por ciento de las ventas de Intel provienen de fuera de los Estados Unidos, de ahí el anuncio actual del recorte de puestos laborales a nivel global, como intento para paliar los declives financieros, con gran repercusión social.
En la actualidad, el principal competidor de Intel lo constituye Advanced Micro Devices (AMD), empresa con la que Intel tuvo acuerdos de compartir tecnología.
En la lista de los competidores también apuntan Cyrix integrado en VIA Technologies, que mantiene el VIA C3 en el mercado de los equipos de bajo consumo. Y finalmente aparecen los procesadores de ARM.
El 6 de junio de 2005 Intel llegó a un acuerdo con Apple Computer, por el que proveería procesadores para sus ordenadores, y se realizó entre 2006 y 2007 la transición desde los tradicionales IBM.
En enero de 2006 se presentaron al mercado las primeras computadoras de Apple, una portátil y otra de escritorio, con procesadores Intel Core Duo de doble núcleo.
Logra Intel en agosto de 2010 dos importantes compras: la firma de seguridad informática McAfee, que a su vez ya invertía en empresas de dispositivos móviles como TenCube y Trust Digital.
Para marzo de 2011, Intel compró la mayor parte de los activos de SySDSoft, empresa con sede en El Cairo, Egipto. En ese año presentó ordenadores ultraligeros sin comprometer su capacidad de procesamiento, llamados ultrabooks.
En los años 90 del pasado siglo, esta fue la compañía responsable de muchas de las más importantes innovaciones tecnológicas en materia de ordenadores personales como los buses USB, PCI, AGP y PCI-Express, pero el futuro se le muestra incierto, devorado por el mismo sistema comercial que aupó.
Pese a tales problemas, aún en 2013, según Booz and Company, Intel Corporation ocupó el cuarto lugar entre las empresas más innovadoras del mundo, y gastó 10,1 billones de dólares para la investigación y desarrollo, el 19 por ciento de su factura de ese año.
Además, Intel tuvo que enfrentar acusaciones como la presentada por AMD en mayo de 2008 en el tribunal de Delaware, a partir de cuestionamientos sobre tratos con multinacionales y empresas japonesas sospechosas de estrategias monopolistas.
Con actual centro de operaciones en Santa Clara, California, Intel tiene en estos momentos plantas en Argentina, China, Costa Rica, Malasia, México, Israel, Irlanda, India, Filipinas y Rusia.
En los Estados Unidos, la compañía emplea a más de 45 mil personas en Colorado, Massachusetts, Arizona, Nuevo México, Oregón, Texas, Washington y Utah.
Tal imperio parece ahora azotado por los vaivenes del comercio y la primera andanada afectará al cinco por ciento de ese enorme ejército.