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La producción de hidrocarburos en aguas profundas, que la reforma energética propiciará, podría darse hasta 2018 en el mejor escenario, pronosticó Carlos Serrano, economista en Jefe de BBVA Bancomer.
Al suponer que los primeros contratos para la exploración y extracción de hidrocarburos en aguas profundas se firmarán en 2015, bajo una legislación secundaria que incentivará estas inversiones, en el mejor de los escenarios se estaría extrayendo petróleo de yacimientos del Golfo de México hasta finales de 2017 o principios de 2018, dijo.
“No obstante, la experiencia internacional del desarrollo del yacimiento Perdido –el pozo más profundo en aguas profundas desarrollado a nivel mundial y el más alejado de las costas del Golfo de México– muestra evidencia de que la producción de hidrocarburos inició hasta casi cuatro años después de la aprobación del proyecto”, indica el estudio Situación Regional Sectorial, elaborado por analistas del BBVA Bancomer.
Carlos Serrano estimó que la apertura a la inversión privada al sector energético, como resultado de la reforma constitucional, añadiría 1.3 puntos al crecimiento de la economía mexicana, es decir, que si la economía nacional crece 3 por ciento podría alcanzar 4.3 por ciento en 2019.
Además, la disminución a las tarifas eléctricas en el sector industrial se verá reflejada en 3 o 4 años posteriores a la extracción de gas de lutitas, que se estima iniciará en 2018, y por consiguiente los beneficios a los consumidores llevará aún más tiempo.
Durante la presentación a la prensa del estudio Situación Regional Sectorial, elaborado por analistas del BBVA Bancomer, Carlos Serrano estimó que como resultado de las reformas estructurales, la Inversión Extranjera Directa podría ascender a 20 mil millones de dólares anuales.
Dijo que la reforma energética debe completarse con las reformas secundarias, las cuales deberán considerar, entre otros aspectos, el cuidado al medio ambiente y el uso racional del agua.
“Estamos convencidos de los beneficios (de la reforma energética), los retos son muy grandes en el terreno regulatorio, en materia ambiental, de uso de agua. Debemos ser cautos y no echar las campanas al vuelo”, aseveró.
El economista en Jefe de BBVA Bancomer señaló que “lo que ya se hizo era lo más complicado, abrir la constitución para permitir la inversión privada, se hizo de la mejor manera posible. El mensaje no es que hubo algo mal hecho, sino que queda mucho camino por recorrer”.
El análisis del BBVA Bancomer destaca la necesidad de una regulación efectiva de la seguridad industrial, la protección ambiental y del uso, reciclaje y reutilización del agua, ya que para la extracción del petróleo y del gas de lutitas se requieren grandes cantidades de agua.
Precisa que unos 300 mil barriles diarios de petróleo requerirán entre 8.5 y 25.4 por ciento del uso público diario de agua de los estados de Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila.
Sugiere que la Comisión Nacional de Hidrocarburos deberá asignar los proyectos a las empresas que presenten la mejor propuesta sin sacrificar los estándares de seguridad industrial y calidad ambiental.
Por ello, la Agencia Nacional de Seguridad Industrial y Protección al Medio Ambiente del Sector Hidrocarburos deberá: buscar que se adopte la regulación basada en desempeño y mitigar al máximo los posibles riesgos de daño ambiental y a la salud, así como el control de residuos y procedimientos posteriores al abandono de instalaciones para el petróleo o gas de lutitas.
Además, los analistas de la institución bancaria consideran esencial que los requisitos de contenido nacional, a establecerse en la legislación secundaria, no causen rezagos en el desarrollo de yacimientos en aguas profundas y de lutitas.
También estiman importante el establecimiento de los límites territoriales en la extracción de hidrocarburos de lutitas y la supervisión de su productividad por parte de la Comisión Nacional de Hidrocarburos.