No aprendemos la lección

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Ana Muñoz Álvarez*

En España, uno de cada tres euros de los presupuestos generales del estado para 2013 irá destinado al pago de los intereses que el Estado ha contraído con inversores. Y sólo el 12 por ciento de los españoles cree que el nuevo año le traerá una mejoría económica. Frente a ello, uno de cada cuatro españoles está en riesgo de pobreza o exclusión y todos los miembros de 1.7 millones de hogares no tienen trabajo. Esta es la realidad a la que nos tendremos que enfrentar en 2013.

Protestas España

La canciller alemana Angela Merkel ya ha anunciado que la “crisis dista de haber sido superada” y en Estados Unidos el “abismo fiscal” nos asustaba con la idea de una nueva crisis, cuando aún no hemos superado la de 2008. La crisis que comenzó con la caída de Lehman Brothers y que arrastró a la economía mundial, y de manera muy grave a Europa, se ha descubierto hoy como algo más a una mera crisis financiera. Se trata de un cambio de modelo, un cambio de paradigma. Los recortes y la austeridad presupuestaria extrema que se está dando en los países europeos, está haciendo tambalear al estado de bienestar y teniendo graves costes sociales.

Sin embargo, lo que se vive en Europa lo han sufrido antes otros países en América Latina y del Este Asiático que, en las últimas décadas del siglo XX, tuvieron altas deudas públicas y grandes recortes. También países como Japón vivieron graves crisis en esos años debido a la burbuja inmobiliaria. La receta de los recortes y la austeridad no lograron en ninguno de los casos la recuperación de la economía y del país. Sin embargo, sí trajo consigo problemas sociales, mayor desigualdad y mayores índices de pobreza.

Hay más casos a lo largo de la historia de la devastación de sociedades enteras por esta receta de austeridad, recortes y adelgazamiento del Estado. En La doctrina del shock, Naomi Klein, pone ejemplos bien documentados de países como Chile o Argentina. Hoy, en Europa y, más concretamente, en España, vivimos inmersos en ese estado de shock permanente que no nos deja pensar en el largo plazo ni en lo que verdaderamente significan las reformas que se están acometiendo.

La sociedad europea, la española, vive, en general, adormecida y asustada por los titulares de los periódicos y por lo que anuncian los políticos. “No hay dinero para las pensiones”, “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”, “no podemos pagar las nóminas de los funcionarios”, “500 desahucios al día”. Así, vivimos. Miedo por perder nuestro trabajo, por no poder pagar nuestra hipoteca o por no poder dar una buena educación a nuestros hijos… Y con ese miedo, estamos dejando que se desmorone el estado de bienestar que tanto costó construir, que unos pocos se estén adueñando de él para ganar dinero mientras el resto se empobrece.

El informe Crisis, desigualdad y pobreza, realizado por Intermón Oxfam, explica que de la experiencia de las crisis y la recuperación de Latinoamérica y el Este Asiático se pueden sacar lecciones: se puede salir de la crisis protegiendo a los más vulnerables; la desigualdad es un lastre para el desarrollo; es importante el compromiso político con el bienestar social; y que la participación ciudadana es la que consolida y valida los cambios.

Con la receta de los recortes y la austeridad, Latinoamérica y el Este Asiático tardaron en recuperarse entre 15 y 25 años. Este es el futuro que nos espera si no nos ponemos a trabajar y a buscar otras alternativas.

*Periodista del Centro de Colaboraciones Solidarias

Twitter: @anaismunoz