El caso Yahoo

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Un juez mexicano determinó que la multinacional Yahoo debía pagar a dos empresas mexicanas 2,700 millones de dólares por el incumplimiento de un contrato para el licenciamiento de la marca que se utilizaría en un negocio vinculado con anuncios clasificados e Internet. La resolución que condenó al gigante del negocio del Internet fue en primera instancia y quien conoce el sistema judicial mexicano, dentro y fuera del país, sabe que las impugnaciones serán las que determinen el rumbo de la sentencia. En la segunda instancia y en el juicio de suspensión se definirá el destino de esta controversia.

Yahoo EU

Por esta razón, Yahoo Inc. alista para su subsidiara en México al mejor equipo de abogados que se dedicará a defender sus intereses en este juicio que no sólo ha tenido un impacto en tribunales sino en el plano mediático y bursátil.

Las empresas mexicanas World Directories e Ideas Interactivas firmaron hace más de una década un contrato con Yahoo México para el licenciamiento de su marca en un negocio de directorios telefónicos en donde el único competidor era la Sección Amarilla, del Grupo Carso, de Carlos Slim.

Impresores y expertos en el mercado de Internet, los accionistas de Ideas Interactivas propusieron a la multinacional estadunidense el pago de los derechos por el uso de su licencia para desarrollar el primer directorio que competiría con Carlos Slim en el mercado de páginas amarillas, no sólo en el mercado impreso sino también en el digital.

La apuesta empresarial de las compañías mexicanas se presentó, además, en un momento clave para la transición del negocio de las páginas interactivas. En Europa y Estados Unidos, las famosas Yellow Pages se transformaban en compañías de servicios de Internet que reducían la importancia de sus ediciones impresas para dar mayor peso al desarrollo de sistemas en Internet para la búsqueda de anuncios.

La Sección Amarilla, mientras tanto, negociaba una tímida alianza con Google frente a la transformación del negocio. Aquella iniciativa no logró consolidarse porque, en aquel momento, la Sección Amarilla acababa de firmar la alianza con Microsoft y su portal MSN que a través de su buscador Bing comenzaban a explorar las posibilidades de aprovechar los recursos de la red para mejorar los puntos de acceso a la información de la Sección Amarilla.

Así, mientras en México la Sección Amarilla perdía tiempo definiendo cómo ingresaría a Internet, el negocio de las páginas amarillas llegaba al mercado de valores y empresas europeas y estadunidense obtenían recursos de los inversionistas del mercado de valores. Era el momento de cambiar.

La pérdida de mercado de la Sección Amarilla comenzó con Yahoo Directorios (la iniciativa de World Directories e Ideas Interactivas), pero también con la irrupción del Internet como un peligroso competidor en el segmento de anuncios clasificados. Las ventas de la Sección Amarilla van a la baja desde entonces.

Yahoo, aseguran los empresarios que demandan el cumplimiento del contrato, incumplió el acuerdo para mantener la licencia que avalaba el negocio de los directorios y con ello se interrumpieron los planes e inversiones de dos compañías que observaron las condiciones y oportunidades del mercado preparándose para llegar al mercado de valores.  La historia de portada de la revista Fortuna, Negocios y Finanzas (Número 117) narra esta controversia porque más allá de los intereses económicos de los empresarios mexicanos ilustra el poder de una compañía como Yahoo que desconoció un acuerdo.  Los tribunales mexicanos, como sucedió en el caso de Vitro, estarán bajo la lupa y el escrutinio de actores extranjeros que esgrimirán desde corrupción hasta falta de competencia por parte de los jueces y magistrados mexicanos.