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Los amantes del liberalismo Laissez faire tendrán muy clara esta respuesta, sin embargo, como la mayoría de los sistemas económicos actuales son mixtos, trataremos de ver que ventajas, o inconvenientes, tiene la regulación de los juegos de azar online como juegos de bingo o ruleta.
Un negocio como éste, que mueve miles de millones de euros al año y que es cada vez más popular, parece, lógicamente, abocado a la regulación. En primer lugar por los riesgos que crea entre la población (ludopatía por ejemplo), en segundo lugar porque al gravarse con impuestos se permite una recaudación nada despreciable para los estados, y en tercero, porque, aunque parezca mentira, al ser humano le da más seguridad aquello que está controlado que aquello que está libre.
Ahora bien, no es todo de color de rosa. Las alzas de impuestos para empresas y jugadores, la limitación de opciones y la concesión de licencias tiene algunos problemas inherentes, los cuales pueden llevarnos a plantear la pregunta de otra manera: ¿Es útil la regulación?
Un buen ejemplo sería lo ocurrido en España hace unos años como consecuencia de la creación de la ley que controlaba estas actividades. La norma establece pagos de impuestos para todas las páginas que operaran en el país, la necesidad de una licencia por parte del gobierno para actuar y la limitación del espacio al territorio nacional. ¿Cuál ha sido el resultado?: Los profesionales han huido. Quedan grandes casas de apuestas, o casinos como Botemanía, y se sigue generando mucho dinero, pero muchos profesionales, páginas y gente con conocimientos del mundillo han optado por hacer las maletas, pues según ellos, las cuentas ya no salen. Las nuevas condiciones del mercado (tanto para las propias páginas como para los jugadores) han hecho que los jóvenes pongan sus miradas sobre Portugal o Inglaterra, países más libres y con mejores posibilidades para unos y otros.
Otro grave problema ha sido la limitación del juego a las fronteras. En casos como la Ruleta online, o el Bingo online, puede que no sea tan importante, pero en otros, como el Póker, la cuestión es vital: La reducción del mercado hace muy difícil encontrar buenas mesas y grandes premios, con lo que se dificulta la posibilidad de ganar dinero, frenando el propio negocio y su expansión, que en estos tiempos es vertiginosa.
La pregunta está en el aire, no obstante, quizá la mejor opción sea aprender de los errores de otros y ver como han funcionado los diferentes niveles de control en cada sitio. Lo que nadie duda ya es que éste es un negocio en expansión, con posibilidades enormes de enriquecimiento, y con las oportunidades individuales y colectivas que eso conlleva.
