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Caracas, Venezuela. La propuesta energética de Petrocaribe, creada por iniciativa de Venezuela en el 2005, sobresale por su carácter de integración solidaria en un entorno económico internacional marcado por la crisis en Europa.
Frente al encarecimiento de los hidrocarburos y el enorme peso que representa la factura energética para países en desarrollo carentes del oro negro, Petrocaribe adelanta posiciones bajo las premisas del comercio justo, la complementación, solidaridad y justicia social.
De esa forma, es la única alternativa real que tienen esas naciones de procurarse un acceso seguro y confiable a las fuentes de energía.
Con 18 Estados involucrados en ese esquema, la estrategia a corto plazo contempla el suministro estable de energéticos a precios competitivos.
Asimismo, a largo plazo apunta a eliminar la intermediación con la construcción de facilidades propias y sinergias en cada país, con lo cual cada nación gana en materia de seguridad energética.
La estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) recordó además como elemento a destacar la creación de nuevas formas de intercambio comercial y económico para crear mecanismos de compensación.
El ministro venezolano de Petróleo y Minería, Rafael Ramírez, afirmó que este año 868 millones de dólares de la factura energética se pagan en bienes y servicios, en especial alimentos.
Igualmente, hay potencialidades adicionales por otros mil 337 millones de dólares, añadió.
Ramírez resaltó que en siete años y medio de funcionamiento acumula importantes avances, entre ellos la realización de seis encuentros al más alto nivel.
Durante esos foros, dijo Ramírez, se estableció el esquema de financiamiento, el tratado de seguridad energética y los fondos de cooperación.
Unido a ello, se conformaron 13 empresas mixtas en 10 países, de ellas 10 de hidrocarburos, una de petroquímica, otra de transporte y la última de alimentos.
Los accionistas de estos entes binacionales son los gobiernos, que en algunos casos han tenido que adecuar sus marcos institucionales para facilitar tanto las negociaciones iniciales como las transacciones subsiguientes.
Cabe destacar que estas entidades buscan establecer una estrategia de suministro a largo plazo, que permita vencer los obstáculos que tenían las naciones para el manejo soberano de su matriz energética.
En efecto, antes de Petrocaribe, los países de la región no tenían ningún control sobre la cadena de suministro de crudo y productos, y dependían de las transnacionales y de la especulación de los intermediarios.
El suministro de crudo bajo el esquema solidario abarca el 40 por ciento de las necesidades energéticas de los países que conforman esa iniciativa.
Asimismo, dijo, se impulsó la capacidad de refinación que asciende a 119 mil barriles diarios con instalaciones localizadas en Cuba, República Dominicana y Jamaica.
Los proyectos, indicó, apuntan a elevar ese potencial hasta 450 mil barriles con la construcción de cuatro nuevas plantas de procesamiento de crudo.
Respecto al almacenamiento, hay depósitos para manejar 244 mil barriles de crudo, con perspectivas de elevar esa cifra a un millón 162 mil toneles.
Ello nos pondría en condiciones de lograr la plena autonomía y soberanía para manejar nuestros recursos energéticos, afirmó Ramírez.
Mientras, para el transporte se tienen buques propios que operan bajo la denominación de Sandino y Petion, con capacidad de trasladar 460 mil barriles de productos cada uno, unido a perspectivas de sumar dos unidades adicionales.
No obstante, las aspiraciones van más allá pues está sobre la mesa una propuesta con vistas a la conformación de la Zona Económica Petrocaribe, sustentada en las fortalezas productivas de la región.
Con este paso se busca afianzar la infraestructura industrial de las naciones, estableciendo nuevos espacios de intercambio económico, con condiciones susceptibles de establecerse entre los gobiernos.
Mientras, en el ámbito social, los fondos creados bajo la influencia del bloque facilitaron 348 proyectos que se financian con intercambio comercial y están destinados a los sectores de transporte, infraestructura y vivienda.
De 14 integrantes en el inicio, agrupa en la actualidad a 18 países, con posibilidades de sumar nuevos miembros a corto plazo ante el interés manifiesto de varios gobiernos latinoamericanos.
Sin dudas, Petrocaribe cuenta con el potencial necesario para convertirse en un actor de peso a nivel internacional, con posibilidades reales de fijar posiciones comunes en temas de relevancia para la región.
A lo anterior se añade la garantía que ofrece Venezuela, con las mayores reservas probadas de petróleo en el mundo, que se estiman en 297 mil 570 millones de barriles.