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El fracaso para elevar el techo de deuda sería una herida autoinfligida en la economía y podría llevarla a una recesión, advirtió este lunes el presidente Barack Obama.
“El techo de deuda no es una cuestión de autorizar más gasto. Elevarlo no autoriza más gasto, permite al país pagar por el gasto que el Congreso ya autorizó”, apuntó el mandatario en la última conferencia de su primer mandato.
El 31 de diciembre pasado, el Gobierno estadounidense alcanzó su límite legal de endeudamiento y el departamento Tesoro ha comenzado a adoptar medidas extraordinarias para cubrir el déficit fiscal.
A fines de febrero o inicios de marzo, el Congreso estadounidense debe elevar el tope de deuda de 16.4 billones de dólares, de no lograrlo, arriesga a Estados Unidos a caer en cese de pagos.
Se esperan arduas negociaciones entre demócratas y republicanos parecidas a las que hubo en año nuevo para evitar el llamado “abismo fiscal”, y será una prueba de fuego para el candidato a secretario del Tesoro, Jack Lew, quien se espera sea ratificado por el Senado.
En 2011, las negociaciones para elevar el tope de deuda derivaron en la rebaja a la calificación estadounidense por parte de Standard & Poor’s.
Obama advirtió a los republicanos no pedir concesiones a cambio durante la negociación. .
“Ellos no obtendrán una recompensa a cambio de no hacer quebrar la economía.La fe y el crédito de los que goza Estados Unidos no son una moneda de cambio. Y es mejor que decidan pronto porque el tiempo se acaba”, manifestó.
El presidente indicó que Estados Unidos no puede llegar a un debate sobre si debe o no pagar sus facturas.
“La idea de que EU no pague sus cuentas es irresponsable y absurda”, detalló el presidente.