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El 65.8% de los nuevos empleos creados en México en los últimos cinco años se concentra en la economía informal, que suman unos 26.4 millones de personas, mientras que casi nueve millones se encuentran sin trabajo, según un estudio del Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la Facultad de Economía de la UNAM.
La investigación titulada “Desempleo y empleo informal en México 2006-2011”, elaborado por el centro de análisis de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), establece que en el mismo periodo el desempleo creció 33.3%, es decir 2.7 millones de personas más se quedaron sin trabajo, que sumadas a las que ya estaban sin laborar totalizan casi nueve millones de personas.
Entre el último trimestre de 2006 y el respectivo de 2011, la población empleada informalmente pasó de 23.1 millones a 26.4 millones de personas, lo que representó 14.2%, es decir, unos 3.2 millones más.
La población desempleada pasó de 6.5 millones a 8.7, lo que representó un incremento de 33.3%. En tanto, la población ocupada total registró en el último cuatrimestre de 2006 un nivel de 42.8 millones de personas, y en el lapso respectivo de 2011, 47.8 millones; es decir, 11.6% más.
Para los expertos de la UNAM, el subsector informal de los hogares pasó de 11.4 millones de personas del último cuatrimestre en 2006 a 13.9 millones en el último periodo respectivo de 2011, es decir, un incremento de 22.5%.
Con relación a quienes laboran en negocios no constituidos en sociedad, la cifra fue de 11.7 millones, a 12.4; esto es, 6.1% más.
El análisis -realizado por Luis Lozano Arredondo, Fructuoso Matías García, Antonio Vázquez, entre otros investigadores- hace una distinción metodológica para medir tanto desempleo como informalidad, entre las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y los criterios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Señala que la tasa de desocupación utilizada por el INEGI no es pertinente para abordar el desempleo en su conjunto y que “durante años se ha considerado en forma oficial aquel término para deslindarse de la responsabilidad de medir la variable en su totalidad”.
El INEGI considera la Población Económicamente Activa y la Población no Económicamente Activa para la medición del desempleo. Aunque para la OIT, el segmento desempleado está compuesto por personas mayores de una edad específica, que no aportan su trabajo para producir bienes y servicios, pese a encontrarse disponibles.
Los investigadores de la UNAM indican que tendría que integrarse una nueva tasa que incluyera a la totalidad y no sólo a los desocupados con interés en trabajar.
Precisan que el concepto de informalidad, regularmente se asocia al comercio informal, el empleo informal es considerado aquel que sólo ocurre en el subsector informal de los hogares, pero ese criterio no abarca la totalidad.
La OIT incluye en este término integralmente a los trabajadores y familiares auxiliares, sin contrato ni protección jurídica o social en empresas formales e informales; trabajadores con puestos informales en empresas formales e informales.
También integra a aquellos independientes y a empleadores que poseen sus propias empresas informales; a quienes laboran en compañías informales, aunque con puestos formales, y a miembros de cooperativas de productores informales.
Sin embargo, el INEGI reporta como subsector informal de los hogares sólo a los trabajadores domésticos que ahí trabajan y a los productores de bienes para su propio uso final en sus hogares.