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Lehman Brothers, el gigante bancario que se declaró en quiebra en septiembre de 2008, anunció el que ha salido finalmente de la que supuso la mayor bancarrota de la historia de Estados Unidos y comenzará a distribuir pagos entre sus acreedores el próximo 17 de abril, dijeron fuentes noticiosas.
A partir de ahora, un nuevo consejo de administración dirigirá a la compañía para que complete el proceso de liquidación del banco de inversión, cuya quiebra desencadenó un colapso financiero que llevó a Estados Unidos a la crisis más profunda y prolongada desde la Gran Depresión de los años 30.
El pasado 6 de diciembre, el juez del Tribunal de Bancarrota de Manhattan, James Peck, aceptó el plan de liquidación de 65.000 millones de dólares propuesto por el banco de inversión tras resolverse los últimos contenciosos planteados por algunos acreedores del banco.
“Estamos orgullosos de anunciar la salida de Lehman del Capítulo 11 (que regula los procesos de bancarrota) y el inicio de la fase final del proceso, la distribución a los acreedores”, dijo el director gerente de Álvarez & Marsal, John Suckow, responsable de la liquidación.
Suckow añadió que su objetivo “continúa siendo ofrecer los mejores resultados a los acreedores”, lo que aseguró que realizará al producir valor de los activos de la firma, buscar la resolución de las reclamaciones todavía en disputa y gestionar los gastos en línea con lo establecido en el proceso de bancarrota.
“Agradecemos a los cientos de empleados de Lehman y a los profesionales de fuera que han trabajado dura y diligentemente desde septiembre de 2008 para alcanzar este monumental resultado”, añadió Suckow.
Un informe encargado por el tribunal determinó el año pasado que los responsables del banco de inversión maquillaron sus cuentas para esconder el mal estado económico del gigante de Wall Street a inversores, entidades reguladoras y agencias de calificación.
Lehman Brothers, que ha sido objeto de 65.000 demandas de acreedores por valor de 875.000 millones de dólares, se vio forzado a declararse en bancarrota en septiembre de 2008 al no obtener respaldo de la Casa Blanca para reflotarlo con dinero público.