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La migración mexicana a los Estados Unidos se encuentra estancada debido a factores coyunturales, como la reciente recesión económica y a las acciones contra los migrantes en ese país, según el Servicio de Estudios Económicos del Grupo BBVA.
El Observatorio Econòmico México prevé que las restricciones a la entrada de los migrantes continúen en algunas entidades de Estados Unidos, lo que hará más costosa la migración, que disminuya la probabilidad de que los migrantes mexicanos regresen y complicará que algunos migrantes puedan entrar de forma indocumentada.
Sin embargo, considera en la medida que la economía de Estados Unidos se recupere se crearán más puestos de trabajo, lo que incrementará la demanda de mano de obra migrante, la cual tambièn es determinada por el envejecimiento de la población estadounidense.
Señala que estos dos factores tendrán más peso que las restricciones a la entrada de los migrantes, por lo que a corto plazo los flujos migratorios mantendrán un ritmo relativamente bajo, pero quizás en 2 o 3 años más podrán registrar un mayor dinamismo.
El estudio indica que históricamente la migración a los Estados Unidos se reduce tras las recesiones económicas, como sucedió tras las crisis de 1873, 1882, 1914, 1923, 1929, 1991, 2001, y recientemente en 2007. Pero desde hace cuatro años los flujos migratorios de México a ese país se han mantenido constantes.
El Observatorio Económico recuerda que la ediciòn de noviembre de 2010 de Situación Migración México, elaborada también por expertos del Grupo BBVA. mostró que el principal atractivo para la migración mexicana a Estados Unidos son las ofertas de empleo en ese país, por encima de la falta de oportunidades en México y de los diferenciales salariales entre ambas naciones.
Es decir, cuando el empleo en Estados Unidos aumenta, la migración mexicana también incrementa y lo contrario ocurre cuando el empleo disminuye. Lo que significa que el principal motor de la migración mexicana hacia ese país es la demanda de mano de obra.
El análisis enfatiza que en las crisis económicas la generación de empleos se reduce y al haber menos puestos de trabajo disponibles los incentivos de emigrar disminuyen.
Explica que de las últimas 6 recesiones en Estados Unidos, es en la de 2007 cuando más empleos se han perdido. Hace cuatro años se perdieron 8 millones contra 2 millones en 2001 y menos de 1.7 millones en las otras crisis. En términos relativos la caída del empleo en 2007 fue de 5.6%, mientras que en todas las otras recesiones se redujo menos de 1.7%.
Además, la recuperación del empleo ha sido más lenta desde 2007 con respecto a las otras crisis. En las anteriores, un año y medio después de la recesión todo el empleo perdido ya se había recuperado, mientras que actualmente sólo se ha conseguido recuperar 21%.
Debido a la baja generación de empleo y con el gran número de desempleados en la economía estadounidense difícilmente aumentarán los flujos migratorios puesto que no existen grandes incentivos para emigrar a Estados Unidos, sostuvo el estudio.
Aunque la falta de oportunidades en México es un factor que motiva la migración, es menos relevante que el ciclo económico en Estados Unidos, agrega el documento del BBVA.
Explica que la migración mexicana no necesariamente disminuye cuando mejoran las condiciones en México. En la primera mitad de la década de los 90 el desempleo en el país aumentó, pero la migración disminuyó. De 1996 a 2000 el desempleo mantuvo una tendencia decreciente, mientras que la migración no se detuvo y mostró una tendencia ascendente.
Aunque en general la tendencia en el desempleo en México ha sido creciente, la migración aumentó hasta 2006 y después ha presentado una tendencia decreciente. (Patricia Pazarán)