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En México, las crisis económicas parecen estar directamente relacionadas con la proliferación de enfermedades crónicas como la diabetes melitus y, recientemente, con la obesidad. Las condiciones de vida que generan las coyunturas económicas y sociales están impulsando nuevas investigaciones para medir su impacto en la salud.
Este es el caso del estudio realizado por World Medical Health Survey presentados por la doctora María Elena Medina Mora, directora de Investigaciones Epidemiológicas y Psicosociales del Instituto Nacional de Psiquiatría durante la presentación del esfuerzo de información y ayuda: Mujeres Unidas por la Salud www.mujeresunidasporlasalud.com.mx.
El análisis concluye que las mujeres casadas y que están en su primer matrimonio, así como quienes tienen obesidad, diabetes u otro padecimiento crónico, tienen más riesgo de presentar ansiedad o depresión.
Además, se definió que la causa principal de la ansiedad y estrés en las mujeres es la mayor carga de trabajo, pues si desean tener un empleo remunerado deben cumplir además con la atención a la familia y con labores domésticas.
De acuerdo con el documento presentado, en México el 5% de la población general padece depresión leve, aunque el porcentaje se eleva a 9% cuando se trata sólo de mujeres, pero en los casos graves la cifra en los sexos masculino y femenino es similar. En la población en general este problema se presenta cuando se da una combinación de factores hereditarios, de desarrollo, del medio ambiente, como situaciones en la infancia relacionadas con victimización, violación, acoso y violencia, y que además carecen de factores protectores.
Sin embargo, los problemas de salud son poco atendidos a pesar de que hasta un 20% de la población ha presentado crisis graves alguna vez en su vida. Pasan hasta 14 años antes de que un paciente con problemas de depresión acuda a recibir ayuda médica.
El análisis de WMH establece que en los países desarrollados estar casado protege sólo al hombre de depresión y trastornos de pánico. En el caso de una situación negativa, el matrimonio para el hombre representa una situación neutral mientras que una mujer se deprime más. En países en vías de desarrollo, en cambio, aumenta el riesgo de depresión.
Obesidad y ansiedad
En México, Holanda, Francia y Nueva Zelanda la asociación entre ansiedad y obesidad fue significativa respecto a otros países. Esta asociación, sin embargo, estuvo moderada por el nivel de educación. De esta forma, la relación entre ansiedad y obesidad es más frecuente cuando se tenía un nivel escolar menos elevado. Así, la depresión y la ansiedad se vincularon significativamente con la obesidad controlando por edad, sexo y educación.
Estos trastornos, además, están más concentrados entre los individuos con obesidad más grave mientras las variables socio demográficas moderan la relación entre obesidad y trastornos mentales. Las mujeres, también, tienen una correlación más significativa.
Las personas con enfermedad mental tienen, además, mayores probabilidades de tener discapacidad severa que las personas que tienen condiciones físicas investigadas: diabetes, enfermedad respiratoria, dolor de cabeza, enfermedad del corazón, artritis, dolor bajo de espalda.