Tiempo de lectura aprox: 3 minutos, 10 segundos
Con menos optimismo que el que prevalece en México, la Organización para la Cooperación Económica (OCDE) estima que el crecerá 4.4% este año, debido al impulso de las exportaciones y de un repunte en el consumo privado, sin embargo señala debilidades que hacen necesarias reformas en materia tributaria, laboral y de educación.
En su Estudio Económico sobre México, presentado hoy, indica que el país se está recuperando fuertemente de la recesión mundial con un papel importante de las inversiones, que permitirá un crecimiento sostenible con una baja inflación y tasas de interés que pueden sostenerse hasta la mitad del presente año.
El país debe fortalecer su potencial de crecimiento a largo plazo, elevar su resistencia ante futuras crisis, así como garantizar un acercamiento a la media de los niveles de vida de las naciones que integran el organismo, ya que la desigualdad sigue siendo elevada, indica el informe.
La clave para estos desafíos serán las reformas estructurales más profundas para estabilizar la volatilidad de la producción económica, aumentar la competencia, en particular en los sectores de servicios, y eliminar las desventajas en el sistema educativo, que es comparativamente bajo.
Para la OCDE es fundamental el fortalecimiento de los ingresos tributarios, que permita asegurar en forma sostenible las inversiones en la infraestructura, la educación y en políticas sociales. También harán posible que las finanzas públicas reducir la dependencia de los volátiles ingresos del petróleo.
El secretario general de la OCDE José Ángel Gurría reconoció que el país ha introducido importantes reformas para fortalecer la competencia y de los ingresos públicos. “Ahora es el momento de aprovechar ese impulso y empuje a través de reformas en áreas vitales como la educación, los impuestos y el mercado laboral, que ayudar a México a alcanzar su máximo potencial.”
Incluidos los ingresos del petróleo, México tiene los ingresos más bajos impuestos como proporción del PIB de todos los países de la OCDE y gran parte de América Latina, de ahí que ampliar la base tributaria, mediante el retiro de algunas de las exenciones que más falsean la competencia y los regímenes especiales, darán como resultado un incremento de los ingresos y harán más al sistema más fácil de administrar, señala el estudio.
El Informe establece que las exenciones y tasas cero en el IVA, en gran medida beneficia a los hogares de mayores ingresos, por lo que sugiere el uso de las transferencias dirigidas efectivo en vez sería mucho más eficaz para reducir la pobreza.
Lo mismo ocurre con grandes subsidios a la energía, que representaron alrededor de 1.5% del PIB en promedio cada año durante el período 2005-09. El gobierno ha aumentado los precios de las gasolinas con regularidad durante los últimos meses, pero hay que acelerar este proceso para reducir los subsidios ineficientes, que también son perjudiciales para el medio ambiente, agrega el documento.
México tiene objetivos ambiciosos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, por lo tanto necesita una estrategia contundente para eliminar sus subvenciones a la energía y encontrar mejores formas de proteger a los pobres, agregó Gurría.
Para mejorar de manera continua el uso de los impuestos y el combate a la enorme economía informal, recomienda la reducción de los costos y mejorar los beneficios para las empresas y los trabajadores que operan en la formalidad.
Entre los incentivos para formalización de la economía, señala, que los servicios públicos deben ser más alta calidad, tales como seguros de salud más integrado; la mayor parte de las cargas sociales de los trabajadores debe ir a las pensiones, en lugar de subsidios a la vivienda o los servicios de guardería.
Estos últimos como no están disponibles para los trabajadores más pobres o del medio rural, que todavía tienen que pagar por ellos, se convierten en desincentivos para participar en la economía formal, por lo que esos servicios estarían mejor financiados a través de los impuestos, dice el informe.
La OCDE aboga por una mayor competencia en varios sectores, debido a que en promedio un tercio del gasto de las familias mexicanas se destina a productos elaborados en los mercados altamente controlados por monopolios u oligopolios.
Se congratula el organismo de la reciente reforma la ley de competencia cuyas disposiciones están encaminadas a fortalecer la aplicación de las normas contra la concentración, eso podrá llevar a una reducción precios, a las empresas a ser más eficientes y a que fomenten la innovación. El informe examina en particular, a aumentar la competencia en el transporte aéreo, los servicios regionales de autobuses, la banca al por menor, productos farmacéuticos y de telecomunicaciones.
“La aprobación de la reforma de la política de competencia es un gran paso adelante. Esto hará que sea mucho más fácil detectar los carteles e imponer las sanciones que sean suficientemente severas para disuadir el comportamiento contrario a la competencia, con beneficios para los consumidores y la capacidad de México para aumentar el nivel de vida de su población,” indicó Gurría.
Más competencia y mayores posibilidades de acceso a los mercados también ayudará a fortalecer el consumo y a una modernización del sector servicios, además permitirá construir una economía más resistente contra impactos.
Finalmente, al referirse a la necesidad de la reforma educativa, la OCDE señala que la calidad de la enseñanza podría mejorarse aún más a través de estándares de desempeño más estrictos, una mejor formación de los docentes, la selección de personal más profesional y apoyado con una gestión escolar basada en evaluaciones periódicas, que aseguren el cumplimiento de los objetivos.