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El ex presidente de Brasil, Luiz Inácio “Lula” Da Silva dijo hoy ante un auditorio de banqueros, empresarios y funcionarios mexicanos que su país logró salir de la crisis y remontar su economía como una de las de mayor potencial económico, gracias al apoyo que se dio a los trabajadores y a la diversificación de los mercados más allá de Estados Unidos.
En la conferencia magistral de la 74 Convención Bancaria, el ex trabajador metalúrgico y sindicalista que hace ocho años llegó a la presidencia de Brasil siendo reconocido dentro y fuera de su país como un declarado político de ideología socialista, dijo que México y Brasil no pueden permitirse tener un intercambio comercial de sólo 7,000 millones de dólares.
“Yo no tengo un título universitario, tengo un cursillo técnico, soy un trabajador metalúrgico pero tengo claro que en las universidades sí se forman a los ingenieros, a los economistas, a los médicos, pero a los políticos lo que les hace falta es compromiso con su gente”, aseguró el ex presidente de Brasil, la nación con la que frecuentemente se compara a México.
Al explicar ante los banqueros mexicanos que participan en bancos de capital nacional y extranjera cómo logró el milagro brasileño, dijo que, en primer lugar, rompió varios de los paradigmas de disciplina económica que señalaban la inconveniencia de incrementar salarios a la clase trabajadora cuando era necesario, en medio de una crisis, vigilar las tasas de inflación. Incrementar salarios cuando la economía aún no eleva la productividad es una ecuación que muchos economistas observan con especial recelo porque puede generar presiones en los precios.
Sin embargo, aseguró Lula Da Silva, lo primero que hizo en su gobierno fue incrementar hasta en un 60 por ciento el nivel de los salarios de los trabajadores para elevar la capacidad de compra.
Después, apuntó, “también se me dijo que no era compatible esperar que la economía interna creciera a la par de las exportaciones. También hicimos lo contrario y el mercado interno y las exportaciones comenzaron a crecer al mismo tiempo”, apuntó el político Brasileño.
Con apoyo a los trabajadores y mejorando el mercado interno gracias a programas para incentivar la alimentación de mujeres niños, Lula Da Silva comenzó el proceso de cambio en la economía brasileña. Sin embargo, las críticas no se hicieron esperar:
“Muchos me criticaron y me dijeron que era un asistencialista, que mejor construyera carreteras”, dijo Lula Da Silva ante los banqueros.
Fue, desde su perspectiva como sindicalista, que el ex presidente brasileño promovió el respecto dentro y fuera de Brasil, lo que él llamó autoestima. En este sentido, recomendó a México trabajar en este aspecto: “Vine y leí la prensa llena de notas sobre la violencia, es importante el tema pero también las cosas buenas que están pasando”.
En su discurso que, en varias ocasiones provocó aplausos de los asistentes a la 74 Convención Bancaria, Lula Da Silva explicó que con estos cambios, impulsando el mercado interno y la inversión, su gobierno durante los dos periodos en los que fue elegido pudo sacar de la pobreza a 28 millones de brasileños y llevar a más de 30 millones a la clase media.
La educación fue otro factor determinante y dijo que cada año en Brasil se están graduando al menos 800,000 jóvenes.
De esta forma, en los últimos ocho años se han creado más de 15 millones de empleos. Tan sólo en lo que va del año, mencionó, se generaron poco más de 400,000. Cabe destacar que en los últimos tres años, después de la crisis, México logró más de 700,000 empleos mientras su necesidad de fuente de empleo es de un millón.
Finalmente, dijo que uno de los pasos relevantes en su estrategia fue la capitalización de Petrobras a través del mercado de valores brasileño por más de 70,000 millones de dólares.
“Aún siendo presidente soñaba con la cooperación entre Pemex y Petrobras”, enfatizó Lula Da Silva.