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Hoy, 19 de marzo de 2011 la Secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Rodham Clinton anunció oficialmente a través de un comunicado la renuncia de Carlos Pascual como embajador de aquel país en México.
Carlos Pascual fue el centro del huracán mediático generado por la fuga de los cablegramas a través de Wikileaks, en los que se percibía lo que ya era un secreto a voces, una política diplomática intervencionista en las cuestiones electorales mexicanas, incluídas la de la selección de precandidatos presidenciales por el Partido Acción Nacional. Así mismo, los cablegramas hablaban sobre la impresión de la sede consular al respecto de la guerra contra el narcotráfico en México, la supuesta imposibilidad del presidente Felipe Calderón Hinojosa en liderarla, así como la incapacidad del Ejército Mexicano y la necesaria intervención de la Marina en dichos asuntos.
Estos escándalos le generaron una enemistad a Pascual con diversos secretarios de Estado, así como la Presidencia de la República. Se dice esto causó la presión del gobierno de FCH sobre la Secretería de Estado de los Estados Unidos para la sustitución de Pascual.
Carlos Pascual es entonces, la primera víctima oficial de los escándalos de Wikileaks.
