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La destrucción causada por el terremoto y el tsunami posterior es tan grande que no es posible aún para valorar su impacto, ya que en la zona más afectada que son las provincias de Iwate, Miyagi, Fukushima e Ibaraki habita 6% de la población y aporta 7% del PIB, sin embargo se puede considerar como el peor desastre de la postguerra, reconoció la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
La paralización inmediata de amplios sectores de la actividad industrial tendrá repercusiones en la economía mundial, alertó el organismo.
Las consecuencias afectará el crecimiento potencial de Japón por los daños a los activos fijos materiales, además de los daños que ha causado a las plantas de energía nuclear en la región de Tohoku, gran abastecedora de electricidad al país, indicó.
Se calcula, señala la OCDE, que una quinta parte de la capacidad nacional nuclear de Japón se ha cerrado al menos temporalmente, desde el terremoto, dando como resultado la escasez de electricidad. Las autoridades plan de apagones en la mitad oriental de Honshu durante al menos varias semanas a partir 14 de marzo.
La escasez de electricidad y la necesidad de reparar los daños causados ??por el terremoto y el tsunami ha obligado a muchas fábricas a suspender la producción, incluso en la industria automotriz y los sectores de equipo eléctrico. Los efectos adversos en las zonas afectadas por el desastre, puede extenderse a otras áreas del país y el extranjero debido a la escasez de piezas.
La OCDE estima que la producción industrial caerá en marzo, seguida de una elevada debilidad en abril.
El terremoto de Tohoku ocurrió cuando la economía japonesa parecía estar saliendo de un letargo durante en los últimos meses de 2010 y aunque los desastres reducen la actividad económica en el corto plazo, los esfuerzos de reconstrucción posteriores tienden a impulsar el crecimiento del producto.
El gobierno japonés ha iniciado un debate sobre las medidas de reconstrucción. En la actualidad, los recursos fiscales parecen limitadas a los últimos 0.2 mil millones de yenes (0.04% del PIB) fondo de reserva en el presupuesto del año fiscal 2010 y 1.1 mil millones de yenes (0.2%) de reserva en el presupuesto del año fiscal 2011.
Sin embargo, los presupuestos suplementarios para financiar los esfuerzos de reconstrucción se ampliará recursos fiscales disponibles. A raíz del terremoto de Kobe, por ejemplo, el gobierno central gastó cerca de 5 mil millones de yenes (1.0% del PIB de 1995).
En su reunión del 14 de marzo, el Banco de Japón decidido duplicar el tamaño del programa de compra de activos, originalmente introducido en octubre de 2010, a 10 mil millones de yenes (2% del PIB), mientras que proporciona una amplia liquidez.
La OCDE trabajará en estrecha colaboración con las autoridades japonesas en los próximos meses para determinar las respuestas políticas necesarias.