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Desatada la inestabilidad en Libia, donde la mayor parte de las petroleras extranjeras han empezado a repatriar a sus trabajadores, los precios del crudo alcanzaron su nivel máximo en dos años y medio, sin embargo la mayor preocupación está en que los levantamientos populares se extiendan a Arabia Saudita, que es el país que podría compensar con facilidad los desequilibrios en la oferta, considera Saxo Bank.
El crudo West Texas subió más de 9% desde el viernes, y el proceso cerró parte de la brecha con el Brent.
El lunes, el precio medio del combustible en las gasolineras estadounidenses alcanzó 3.17 dólares por galón, precio que no se veía desde octubre de 2008, y sólo se encuentra 2.5% por debajo del precio medio de ese mismo año, que terminó provocando la recesión.
Si continúan las alzas, podríamos ver más presiones inflacionistas que afectarían a la recuperación global, aseguró Oleg Hansen, estratega de Saxo Bank.
Libia es el octavo miembro de la OPEP, con una producción en enero de 1.6 millones de barriles diarios, un corte como consecuencia de las protestas sociales y la violenta respuesta gubernamental podría contrarrestarse fácilmente con el exceso de capacidad del resto de miembros, que se estima entre 4 y 5 millones de barriles al día, agrega Hansen.
Mientras, en Europa, el rally del crudo tipo Brent se deja sentir de dos maneras. La aversión al riesgo de los emergentes fortaleció al dólar, provocando que las compras de petróleo en euros sean aún más elevadas.
El barril de Brent alcanzó 108.57 dólares y podría llegar a 110. Los titulares más importantes se enfocaban en el West Texas, el mayor referente mundial, si es que alcanza y supera la barrera de los 100 dólares. Por la noche llegó a 98.48 dólares, no muy lejos de ese nivel crítico, concluyó el especialista.