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Pese a una menor demanda de cobre por parte de China, que representa aún 40% del mercado mundial, Bank of America Merrill Lynch (BofA ML) estima que el precio del metal repuntará apoyado por las señales que muestran los indicadores macroeconómicos de Estados Unidos y de la referida nación asiática, para alcanzar 11.25 dólares por tonelada.
Tras el fuerte incremento en el precio del cobre en la segunda mitad de 2010, éste se ha mantenido últimamente dentro de los límites de un rango. Esto fue fuertemente influenciado por la debilidad del mercado físico, parcialmente en la ausencia de compras anticipadas por parte de China, antes de las celebraciones de año nuevo en febrero, agrega el análisis de la entidad financiera.
Un “momentum” debilitado al inicio del primer cuarto del año, no es inusual. Sin embargo, el equipo de Investigación en Comodities cree que el cobre ultimadamente resumirá su tendencia al alza conforme los fundamentales se fortalezcan. Esto también ha sido reflejado por el Indicador de Presión de BoA ML, que recientemente ha emitido una señal de “compra” con motivo de una serie de datos macroeconómicos tanto de China como de EU.
Para enfriar la economía doméstica, el gobierno de China continúa recurriendo al uso de medidas administrativas y a la compresión de la política monetaria. Por tanto, la desaceleración de la demanda nacional de cobre es nuestro escenario base. Sin embargo, señala el reporte, el apoyo selectivo a, por ejemplo, la vivienda de interés social, podría mantener el crecimiento económico y como consecuencia a la expansión de la demanda de cobre.
Aunque China, durante los últimos años ha sido el principal motor de la demanda de cobre, es importante señalar que el mundo excluyendo China, todavía representa casi el 60% del consumo total. Reconociendo el proceso de estabilización que están viviendo algunas regiones, incluidos EU y Europa, BofA ML anticipa que la expansión de la demanda de cobre este año, se mantendrá más o menos dividida entre China y el resto del mundo.
En su reporte semanal de metales, la entidad financiera señala que, después de una recuperación significativa de los inventarios en 2009, China ha llegado a tener un exceso de existencias en 2010, lo que pone un techo a sus necesidades de importación. Considerando los movimientos en los diferenciales de precio entre la LME (Bolsa de Metales de Londres) y la SFE (Bolsa de Futuros de Shanghái), la consolidación de los inventarios el año pasado no fue inusual. Considerando que que los precios del cobre promedien 11.250 dólares por tonelada en la LME, vemos pocas oportunidades para una recuperación significativa de los inventarios.
Reconociendo también algunos incrementos en la producción de cobre y una desaceleración en el crecimiento de la demanda, nuestros modelos sugieren que el mercado chino mostrará un menor déficit de cobre. Por tanto, estimamos que las necesidades subyacentes de importación se mantengan en 2.8 millones de toneladas de cobre refinado este año. Sin embargo, tras incorporar lo anterior, aún creemos que el déficit en el mercado global se mantenga en 450 mil toneladas, lo que llevaría a los inventarios reportados al equivalente de menos de una semana de demanda.