Tiempo de lectura aprox: 6 minutos, 51 segundos
Frente a la crisis, atender el mercado interno y reorientar el sentido de sus exportaciones han sido la clave del éxito de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, Perú y Venezuela. Las políticas públicas de estos países se dirigen a mantener la custodia del Estado sobre sus materias primas y apostar por la integración regional. “La ruta seguida por México simboliza el fracaso de una estrategia totalmente contraria a esa vertiente latinoamericana”: especialistas
Nydia Egremy/ Paulina Monroy
Las economías de Suramérica han sufrido el impacto de la crisis financiera global. Para enfrentarla, vuelcan sus políticas públicas en la revaloración del papel del Estado, en la conducción de estrategias de desarrollo, en la integración económica regional y en el impulso de su moneda.
De acuerdo con el Consejo Económico para América Latina el Caribe (Cepal), no obstante, la catástrofe financiera en Estados Unidos, el descenso de la pobreza en Argentina, Brasil, Chile y Perú está vinculado al incremento del gasto público con orientación social.
En los países de Suramérica, particularmente Argentina, Brasil y Chile, la crisis causó menos estragos si se compara con México. El Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México indica que para el segundo trimestre de 2009, el decrecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en países como Argentina apenas alcanzó el 0.77 por ciento; en Brasil, el 1.16, y en Chile, el 4.54. Mientras que México se depreció hasta 10.25 por ciento.
Ricardo López Cervantes, director de la Escuela de Economía de la Universidad Autónoma de Sinaloa, opina que, durante los últimos años, Brasil diversificó su estructura productiva para no depender del mercado estadunidense. Del total de sus exportaciones, sólo el 5 por ciento de su PIB se orienta a Estados Unidos, mientras crece su presencia en los mercados asiáticos de China e India. No es el caso de México que exporta más del 23 por ciento de su producción total. La dependencia comercial con el país vecino representa el 80 por ciento.
“México –señala el académico– perdió respeto y reconocimiento en los últimos tres sexenios por la falta de de diversificación en su política económica y la desatención de la política exterior de México para América Latina”.
Apunta que la dinámica regional le da la espalda a México, que se alinea a los intereses y preocupaciones de Estados Unidos y descuida su relación económica, diplomática y política con América Latina. A diferencia de nuestro país, donde las instituciones están desacreditadas, “la región ha fortalecido su mercado interno, las instituciones, la inversión y la creación de fuentes de empleo”. López Cervantes vaticina la profundización del distanciamiento entre México y América Latina, lo que marginará al país de la toma de decisiones.
Suramérica a la alza
Gracias a su rica tradición agrícola, durante 2006, los países de América del Sur exportaron más de 55 mil millones de dólares. Se prepararon así para hacer frente a la debacle del sistema financiero.
En 2008, en el marco de la crisis financiera y económica, América Latina y el Caribe celebraron su cuarto año consecutivo de crecimiento con tasas mayores al 5 por ciento. De acuerdo con la Cepal, Argentina y Brasil asumieron 12 medidas en política monetaria, fiscal, cambiaria, sectorial y social, respectivamente, para enfrentar la crisis. Por su parte, Perú recurrió a 11 estrategias; Chile y Colombia, a nueve, y Ecuador, a cinco.
Los gobiernos de América del Sur pusieron en marcha políticas macroeconómicas y aprovecharon los precios del mercado mundial. Colombia, Chile, Uruguay y Venezuela consolidaron su capacidad en investigación y desarrollo, que en 70 por ciento se localiza en sus universidades.
Con la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de nuestra América (Alba), Venezuela se planteó revalorizar sus materias primas y la integración económica para afrontar la baja producción de alimentos y la caída del precio del petróleo.
No obstante la pobreza retrocedió en los últimos años, el informe Panorama Social 2009 de la Cepal advierte que el impacto social de la crisis se tradujo en el aumento de la población en pobreza, al sumarse, a los 180 millones de personas, 9 millones más. En tanto que a los 71 millones de indigentes se agregaron 5 millones más.
Durante el Seminario Iberoamericano sobre Políticas Sociales en Tiempos de Crisis, celebrado el 6 de agosto en Asunción, Paraguay, Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, sugirió que el Estado debe volver a jugar un rol en la conducción de las estrategias de desarrollo, dotándolo de las herramientas suficientes y encontrando el equilibrio entre el mercado y el ciudadano en la dinámica del desarrollo.
Subrayó que es fundamental el retorno de la política como protagonista en la construcción del futuro. De ahí que considerara “incuestionable” el multilateralismo en la provisión de bienes públicos y las garantías de recursos, educación, alimentos y salud.
Precisamente ésa fue la estrategia que los países del Mercado Común del Sur (Mercosur), Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, sugirieron el 17 de diciembre de 2008. Luiz Inacio Lula da Silva afirmó que, pese a la “perversión” del sistema económico dominante, los países de ese bloque regional dieron respuestas coincidentes a la crisis: “La preocupación central de nuestros gobiernos es defender el salario y el empleo de los trabajadores, y la inclusión social”.
Diez meses después, los miembros de la Alba retomaron las ideas vertidas por los miembros del Mercosur. Venezuela, Ecuador, Cuba, Bolivia, Nicaragua, Honduras, Dominica, Antigua, Barbuda y San Vicente y las Granadinas propusieron, el 16 de octubre de 2009, el nacimiento de la nueva moneda de la Alba, el Sistema Único de Integración Regional (Sucre).
Su objetivo es dar independencia económica a los pueblos suramericanos y “cortar de raíz con la dictadura del dólar”, como manifestó Hugo Chávez. El presidente de Venezuela calificó el Sucre como una moneda revolucionaria: “Es un sistema de intercambio autónomo a concretarse en 2010 y el inicio del comercio regional independiente”. Evo Morales, mandatario de Bolivia, manifestó que la Alba no es sólo una referencia, “sino una esperanza para nuestros pueblos”.
A fin de que la sociedad civil y el Estado recuperen su papel fundamental, organizaciones sociales de Argentina, Perú, Ecuador y Brasil suscribieron una carta en la que se anuncia la fundación del Banco del Sur, durante una reunión celebrada en Guayaquil Ecuador en noviembre.
Agrupaciones como la Asociación Americana de Juristas, el Centro de Estudios de la Mujer de la Universidad de Venezuela, el Observatorio Internacional de Deuda, World Vision, la Universidad de Buenos Aires y Democracia y Desarrollo abogaron por sancionar a los causantes de la crisis, es decir, los operadores del mercado y la banca.
Se manifestaron por la recuperación de las reservas en metálico y en inversiones para depositarlas en un Fondo de Reservas Regional que promueva la estabilidad monetaria y que emita fondos que estabilicen la balanza de pagos y promuevan medidas contracíclicas frente a la crisis.
Bolivia, el nuevo paradigma
Jorge Mansilla, embajador de la República Multicultural de Bolivia en México, expresa: “Únicamente con los ingresos por gas que ha recibido el país en esta época del derrumbe capitalista por la crisis, Bolivia no sufre de ninguna manera”.
Refiere que al asumir la Presidencia, Evo Morales encontró apenas 1 mil 200 millones de dólares en el tesoro nacional, y en tres años de su gestión se acumularon 9 mil millones de dólares: “No hemos cerrado ninguna empresa, no hemos echado a la calle a nadie, la caída del capitalismo no nos afecta mayormente”.
En 2004, Bolivia fue escenario de la “guerra del gas”. Doce empresas exigían mantener el control del energético. La española Repsol, la francesa Total, la British Petroleum, Petrobras de Brasil y otras multinacionales más se llevaban 82 por ciento de la riqueza y dejaban el 18 por ciento en impuestos.
Después del 1 de mayo de 2006, cuando Morales nacionalizó el recurso, la situación cambió: “Ahora nos dejan el 82 por ciento y el restante es para ellos”. Ninguna de las empresas se retiró ni entabló procesos legales contra el país.
En el marco del V Foro Asia Pacífico Sobre la Transición a la Multipolaridad, el diplomático señala que Bolivia es también la mayor reserva de litio en el mundo. Se calcula que la riqueza del mineral alcanzará los 800 años. Casi el 40 por ciento del mineral está en teléfonos celulares y computadoras. Se le considera como el futuro componente del 70 por ciento de la gasolina sólida que utilizarán los automóviles.
“El gobierno –menciona– resolvió no vender ni dilapidar el mineral, como los gobiernos del pasado lo hicieron con el oro, la plata y el estaño y el cobre bolivianos. La apuesta, observa, es exportarlo como valor agregado y que las empresas internacionales interesadas creen complejos industriales en el país boliviano.
Mansilla abunda que el gobierno reprobó los injustos acuerdos de libre comercio, firmados por regímenes anteriores y liquidó su deuda con el Fondo Monetario Internacional. Compara que en México, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte dejó de operar “por la disparidad y asimetría en las oportunidades”.
Chile en bonanza
Manuel José Prieto sostiene en su artículo “Estrategia comercial y desarrollo económico: la experiencia chilena” que reformas micro y macroeconómicas han permitido que Chile goce de una economía sana y competitiva.
“Chile –director comercial de la embajada de Chile en México– ha procurado en estas últimas dos décadas consolidar una economía de mercado adecuadamente regulada y, que a través de efectivas políticas sociales, han hecho posible que los beneficios del crecimiento económico lleguen a la población”.
Una de ellas fue en el mercado de capitales. Ello le permitió contar con fuentes de financiamiento pese a las restricciones crediticias y la crisis económica. Quien encabeza la Dirección de Promoción de Exportaciones PROCHILE en México indica que “el manejo económico de las autoridades del gobierno, traducido en políticas fiscales y monetarias responsables, ha sido otro factor que le da estabilidad y seguridad a los agentes económicos”.
Chile mantiene una inflación entre el 2 y el 4 por ciento, y se proyecta que se mantenga en ese rango durante este año. Mantiene un superávit fiscal que en 2007 alcanzó el 8.7 por ciento del PIB, y en 2008 llegó al 5.2 por ciento.
Para efectos de ese excedente, durante los últimos años, el gobierno chileno estableció ahorrar al menos un 1 por ciento de los ingresos en épocas de bonanza económica para utilizarlo en momentos de menor actividad. De esa manera, advierte el experto en finanzas y negociación estratégica internacional, “se garantizan los programas de protección social, empleo y de apoyo a la pequeña y mediana empresa”.
De acuerdo con los indicadores, casi el 40 por ciento de la población vivía en pobreza y el 13 por ciento, en pobreza extrema. Para 2006, la pobreza disminuyó casi 14 por ciento y la pobreza extrema se ubicó por debajo del 4 por ciento. Durante 2008, el PIB per cápita promedio fue de 14.68 dólares.
A diciembre de 2008, las reservas internacionales netas sumaban 30 mil millones de dólares. Lo que, asegura el integrante del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, da un importante margen de maniobra para afrontar la crisis. Mientras que entre 1990 y 2007 se absorbieron 59 mil 587 millones de dólares en la inversión extranjera directa.
Pese a haberse integrado a la economía global de manera temprana, Chile tiene acuerdos con 58 países. Las exportaciones chilenas han crecido 352 por ciento entre 2000 y 2008. Es así que, en el último año, las exportaciones sumaron 67 mil 789 millones de dólares, en tanto las importaciones alcanzaron los 57 mil 609 millones de dólares.
El Banco Mundial ubicó al país suramericano en el primer lugar para hacer negocios en América Latina y el Foro Económico Mundial lo colocó en el puesto 26 en competitividad. Además de ser nombrada la economía más competitiva en América Latina y El Caribe.
Medidas tomadas para afrontar la crisis en países suramericanos
Medidas |
Argentina |
Bolivia |
Brasil |
Chile |
Colombia |
Ecuador |
Perú |
Política monetaria y financiera |
2 |
0 |
2 |
2 |
2 |
0 |
2 |
Política fiscal |
2 |
1 |
2 |
2 |
2 |
1 |
1 |
Política cambiaria y de comercio exterior |
4 |
1 |
4 |
3 |
3 |
4 |
4 |
Políticas sectoriales |
3 |
3 |
3 |
1 |
1 |
0 |
2 |
Políticas laborales y sociales |
1 |
0 |
1 |
1 |
1 |
0 |
2 |
Total de medidas asumidas |
12 |
5 |
12 |
9 |
9 |
5 |
11 |
Fuente: Cepal
Producto Interno Bruto en países de América Latina (tasa de crecimiento anual)
Periodo |
México |
Argentina |
Brasil |
Chile |
Primer trimestre 2007 |
3.03 |
7.95 |
5.30 |
5.86 |
Segundo trimestre 2007 |
2.99 |
8.65 |
5.85 |
5.54 |
Tercer trimestre 2007 |
3.54 |
8.82 |
5.38 |
3.56 |
Cuarto trimestre 2007 |
3.75 |
9.10 |
6.14 |
3.76 |
Primer trimestre 2008 |
2.57 |
8.53 |
6.12 |
3.36 |
Segundo trimestre 2008 |
2.91 |
7.82 |
6.20 |
4.56 |
Tercer trimestre 2008 |
1.70 |
6.94 |
6.81 |
4.56 |
Cuarto trimestre 2009 |
-1.65 |
4.05 |
1.27 |
0.24 |
Primer trimestre 2009 |
-8.03 |
2.04 |
-1.77 |
-2.33 |
Segundo cuatrimestre 2009 |
-10.25 |
-0.77 |
-1.16 |
-4.54 |
Fuente: Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM