Moneda de plata, congelada

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En la congeladora del Congreso de la Unión permanece, desde diciembre de 2007, la iniciativa para monetizar la plata. Representantes de la Cámara de Diputados esperan que en este periodo de sesiones se defina su dictamen

 Son más de tres décadas de la “podredumbre del papel”, sostiene el empresario Hugo Salinas Price, quien hace 13 años promovió la “monetización” de la plata para fortalecer el sistema financiero mexicano, y así no depender más del dólar estadunidense. Esta iniciativa se cabildea desde el 12 de diciembre de 2007 en la Cámara de Diputados para que sea aprobada en la LX legislatura.

De acuerdo con el proyecto presentado por un  grupo de legisladores a finales del año pasado ante la Comisión de Hacienda y Crédito Publico, se pretende reformar al artículo 2 de la Ley Monetaria de los Estados Unidos Mexicanos “para institucionalizar la moneda de plata en la circulación monetaria”.

Dicha Ley, publicada en el Diario Oficial desde el 27 de julio de 1931, especifica que sólo los billetes y monedas emitidos por el Banco de México son los que comprenden el sistema monetario del país.

La propuesta legislativa expone que “la plata, al igual que el oro, es el material que mejor cumple con las tres funciones básicas del dinero: ser medida de valor, instrumento de intercambio y reserva de riqueza, propiedades que derivan del valor intrínseco de su escasez, consistencia, calidad y resistencia a la corrosión.

“Internacionalmente, no hay otros instrumentos monetarios que se les pueda comparar. Una onza de plata pura es un bien físico aceptado en todo el mundo, no una promesa negociable de futuro, por lo que correctamente se le llama dinero real.”

En la exposición de motivos, los diputados de las fracciones parlamentarias de los partidos Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática, Revolucionario Institucional, Verde Ecologista de México y del Trabajo también critican que Estados Unidos no ha podido sostener al dólar como la reserva económica en todo el mundo.

“A partir de 1944, mediante el acuerdo de Bretton Woods, el dólar pasó a ser la moneda de reserva mundial, y Estados Unidos se comprometió a respaldar esos dólares con oro. En agosto de 1971, cuando el gobierno de  Estados Unidos no pudo cumplir más con el compromiso de redimir sus dólares con oro, debido a la excesiva emisión de los mismos, su dinero fiduciario se convirtió en dinero fiat, que no tiene ningún respaldo, que no es redimible por cosa alguna ni promete la entrega de algo de valor a su dueño”, dice el documento.

Hugo Salinas Price, quien en 1987 anunció su retiro de Grupo Elektra y designó a su hijo Ricardo como director general de la compañía, ha emprendido una campaña mediática y legislativa para “iniciar el proceso de independencia monetaria respecto al dólar”, mientras anunciaba la “inminente debacle económica de Estados Unidos”.

Actualmente, el empresario critica que no se hayan tomado medidas, como su propuesta, para hacer frente a la crisis, pues ésta no es similar a la de 1929, como lo dijo el propio secretario de Hacienda, Agustín Carstens. “Es peor, varios órdenes de magnitud más grande, una catástrofe mundial. Se jugó con el dinero y a la gente no le importó lo que ocurriría a largo plazo”.

Crisis en Estados Unidos

Enero de 2008 fue el inicio de una recesión imparable en Estados Unidos. Día a día se especulaba sobre la suerte que tendría México, una vez que se anunciaran oficialmente los efectos de la crisis hipotecaria de aquella nación.

Los funcionarios encargados de dirigir la política económica  mexicana aseguraban que la “profunda crisis” que padecía el país vecino tendría un impacto menor en México.

El 29 de febrero de este año, Agustín Carstens Carstens declaró ante la Conferencia Nacional de Gobernadores que  la economía mexicana “podrá transitar la situación con una pequeña desaceleración, pero creciendo en 2.8 por ciento”.

De acuerdo con una nota de los reporteros Alonso Urrutia, Claudia Herrera y Lorenzo Chim, del diario La Jornada, el funcionario afirmaba que el país no resentiría la “debilidad de la economía estadunidense, fundamentalmente por la posibilidad que ahora se tiene de instrumentar, por primera vez en décadas, políticas fiscales contracíclicas que hagan frente a las condiciones externas”.

En agosto de este mismo año, Carstens Carstens reconocía: “El escenario se ha complicado bastante, ha pasado de ser un problema estrictamente financiero a ser una crisis mucho más amplia, que evidencia el problema de fondo que es de un alto sobreendeudamiento de las familias americanas; la crisis es más amplia”.

Los pronósticos del Fondo Monetario Internacional tampoco son halagüeños, pues en la primera semana de octubre difundió el documento Panorama de la economía mundial, en el que indica que el Producto Interno Bruto del país sería del 1.9 por ciento este año y 0.9 por ciento en 2009.

Hugo Salinas Price asegura que con el respaldo de la moneda “Libertad”, de plata, la gente y la economía nacional podrían observar un cambio sustancial, pues el valor del peso estaría sustentado en el metal y no en los billetes del extranjero.

Explica que la moneda de plata es mejor que el dólar porque no se tiene un papel, sino un valor monetario. “Los mexicanos no tendrían por qué querer dólares, la gente no sabe lo mal que está.

“Cuando el valor del dinero baja, los precios suben, no es que las cosas cuesten más, con la plata no pasaría esto. Todos los que tienen moneda de plata no van a tener que huir para buscar refugio en dólares, pues tienen la mejor moneda del mundo, eso nos da una gran estabilidad y confianza en nuestra nación”, asegura.

Sin embargo, dice que los congresistas y el banco central tienen miedo de tomar la decisión de monetizar la plata, pues se encuentran supeditados a las decisiones de los organismos internacionales que controlan la economía mundial y la estadunidense. “Guillermo Ortiz es como el arzobispo del dinero en México, porque el papa está en Estados Unidos”.

La iniciativa legislativa

El propósito técnico de la iniciativa, dice el documento presentado por los legisladores ante la Comisión de Hacienda, es dotar a la onza de plata “Libertad” un valor nominal de circulación.

Para que la moneda de plata se convierta en verdadero dinero, exponen, y ésta “ingrese a la circulación de forma permanente, es indispensable conferirle un valor nominal de circulación que pueda recorrerse al alza si sube el precio de la plata, pero manteniendo el último valor nominal en el caso de que el precio de la plata baje”.

Y es que sin la aprobación del pleno para que se otorgue el “valor nominal irreductible, no es posible convertir la moneda de plata en dinero, y seguirá siendo indefinidamente una mercancía”.

Mario Alberto Salazar Madera, legislador del PAN en la Cámara de Diputados, dice estar en desacuerdo con la iniciativa, pues es “un riesgo” porque nada garantiza el valor del metal, que éste evolucione y tenga un crecimiento, por lo que “la moneda no puede estar supeditada a un metal.

“Hasta ahora no hay ningún dictamen técnico que convenza a la mayoría de los integrantes de la fracción parlamentaria del PAN; incluso, las recomendaciones que nos han hecho en la Secretaría de Hacienda y el Banco de México indican que no es conveniente. Yo creo que esta iniciativa no va a pasar”, señala el diputado panista.

Contrario a ello, Manuel Cárdenas Fonseca, legislador por el Partido Nueva Alianza, apoya la iniciativa. Dice que “las fluctuaciones en el valor de la plata y las bajas transitorias en el precio internacional no ocasionarían pérdidas ni para el Banco de México ni para el tenedor de las onzas, y ayudaría a combatir la inflación”.

Cárdenas Fonseca es uno de los diputados firmantes de la propuesta, junto con su compañero de bancada Humberto Dávila Esquivel; los priistas José Rosas Aispuro Torres, Luis Enrique Benítez Ojeda, Horacio Garza Garza e Ismael Ordaz Jiménez; los perredistas Francisco Javier Calzada Vázquez y Camerino Eleazar Márquez Madrid; David Figueroa Ortega y Emilio Flores Domínguez, del PAN; Carlos Puente Salas, del Verde Ecologista, y Joaquín Vela González, del Partido del Trabajo.

Blindaje de ahorro popular

El empresario Hugo Salinas Price dice que la propuesta –que ahora es apoyada por un grupo de legisladores– también tiene un propósito social, pues la “gente va a tener algo en sus manos que no se puede devaluar como el peso”.

Asegura que la moneda “Libertad” no es “bancarizable”, porque no les conviene a los dueños de los bancos tener el metal en lugar de dólares estadunidenses.

La propuesta legislativa también subraya el “beneficio social”, pues de aprobarse existe la posibilidad de “crear un blindaje al ahorro popular, otorgando a la población un instrumento que no se devalúe, que no sufra el impacto de la inflación y que no esté sujeto a los errores de las políticas monetarias ni a los colapsos bancarios”.

Los diputados argumentan que “impactará positivamente en el desarrollo de la industria minera y en la creación de empleo, pues alrededor de esta actividad se crean todo tipo de trabajos directos e indirectos en importantes regiones de nuestro país. Así lo avala la declaratoria unánime por parte de la Conferencia Nacional de Gobernadores, pronunciándose a favor de hacer de la moneda de plata una moneda de curso legal que estimule el ahorro popular y el desarrollo regional”.

El sistema bancario y el público, expone el documento, también tendría un beneficio al usar las monedas de plata, depositadas en custodia, como colateral para el otorgamiento de créditos de bajo interés.

Plata, histórica

México es reconocido mundialmente por su moneda de plata desde hace siglos, dice el empresario Hugo Salinas Price, y su acuñación ha estado presente desde la fundación del Banco de México en 1925. Actualmente hay en circulación 21 millones de onzas que ya están en poder del público.

Datos de la propuesta legislativa indican que “la moneda de plata ha estado presente en casi todas las reformas monetarias y en todos los programas de acuñación, desde el peso  de 1920 hasta la actual Moneda Conmemorativa de los Estados (2004-2007)”.

 De 1920 a 1945 acuñaron 458 millones de pesos de plata, “el precio de la plata fluctuó notablemente sin que sus bajas transitorias ocasionaran ningún problema”, asegura el documento.