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Las 10 medidas anunciadas por Felipe Calderón y por Agustín Carstens para promover la actividad económica, la inversión y el empleo son demagógicas, absurdas y resultarán absolutamente insuficientes para revertir el precario desempeño que ha tenido la actividad económica y el empleo.
Para corroborar lo anterior podemos dividirlas en tres grupos: el primero de ellos, de naturaleza fiscal; el segundo, de naturaleza administrativa, y el tercero, relativo a la inversión productiva.
Medidas fiscales
1) Reducción de 3 por ciento en los pagos provisionales del impuesto sobre la renta (ISR) y del impuesto empresarial a tasa única (IETU). Esta propuesta implica que las empresas que hasta el momento están haciendo sus pagos provisionales en función de su coeficiente de utilidad de 2006 –dado que es el más reciente– podrán descontar de este el 3 por ciento de lo que pagarían en condiciones normales. Es decir, si la base gravable fueron 100 pesos, el IETU a pagar sería de 16.5 pesos. A esta cantidad se le descontaría el 3 por ciento (50 centavos) y la empresa pagaría 16.
Sin embargo, esta disposición sólo aplicará entre febrero y junio y únicamente será aplicable a los pagos provisionales, de tal manera que en el mes de abril de 2009, cuando las empresas hagan su declaración final tendrán que reponer el 3 por ciento que ahora se les descuenta.
Además, introduce una mayor inequidad al sistema tributario, ya que no aplica el mismo tratamiento a los asalariados (causantes cautivos) quienes continuarán con la mayor carga fiscal derivada de la aplicación del IETU.
2) Estímulo fiscal de 1 mil pesos a las personas físicas con actividades empresariales. Estos contribuyentes que hacen su declaración de impuestos en abril de 2008 podrán descontar 1 mil pesos del monto que pagarán del impuesto sobre la renta. Cabe destacar que esta medida es una mala copia de lo que se está haciendo en Estados Unidos, pero con la peculiaridad de que, mientras que en ese país la devolución fue de 1 mil 600 dólares, en México será de menos de 100 dólares.
A decir del propio Carstens, esta medida beneficiará a 1 millón de “personas físicas con actividades empresariales”. Esto implica que tendrá un costo fiscal de 1 mil millones de pesos, cifra que representa sólo el 6.5 por ciento de lo que se recaudó por este segmento de contribuyentes durante el año pasado, ya que fue de 15 mil 100 millones de pesos. Esto nos da una idea del insignificante impacto que tendrá sobre el poder adquisitivo de los contribuyentes, más aun cuando la canasta básica ha tenido un incremento del 50 por ciento comparada con el mes de enero de 2006.
3) Descuentos del 5 por ciento en las cuotas patronales del IMSS. Esta medida no es más que la ampliación del fracasado programa de “primer empleo” aplicado el año pasado y que no tuvo ningún impacto sobre la generación de empleo en la economía y, en cambio, sí tendrá un costo para el Instituto Mexicano del Seguro Social de 6 mil millones de pesos que afectarán severamente las precarias finanzas del instituto y repercutirá en la atención médica.
4) Descuento de 20 por ciento a tarifas eléctricas en horas punta y de 10 por ciento aplicable al sector comercial. Esta propuesta realmente no significa ningún estímulo verdadero para el sector productivo, más aun si consideramos que por ejemplo las tarifas para consumo de “alta tensión” en horario intermedio se habían incrementado desde diciembre de 2007 a la fecha en casi 20 por ciento, al pasar de 0.7827 pesos el kilowat hora en a 0.9314 para marzo de 2008. Lo mismo sucede en las tarifas de “media tensión”, que registraron un incremento de 8.2 por ciento desde diciembre de 2007, al pasar de 0.932 pesos por kilowat hora a 1.008 pesos en marzo.
5) Otorgar estímulos fiscales a empresas que se establezcan en los 1 mil municipios más pobres del país. Esta propuesta resulta realmente absurda: en la gran mayoría de los municipios más pobres del país no se cuenta con ningún tipo de servicio público, como agua, electricidad, carreteras, etcétera, luego entonces difícilmente habrá empresas que se quieran ir a establecer a esos lugares, aun cuando les otorguen todo tipo de créditos y facilidades; por ello, Calderón y Carstens debieron proponer infraestructura en dichos municipios y así contribuir a la generación de empleos para que en un futuro puedan y quieran las empresas ir a establecerse.
Medidas administrativas
1) Simplificación Arancelaria. Esta propuesta no tendrá ningún impacto en la actividad económica. Para la simplificación arancelaria se requiere modificar reglamentos –y en muchos casos leyes–, que deben de ser aprobadas por el propio Congreso; además en algunos casos se corre el riesgo que esta misma simplificación acelere los procesos de importación de productos agropecuarios que han dañado al mercado nacional.
2) Portal de Empleo Gratuito. Resulta aberrante que una persona que no tenga empleo tenga que pagar al gobierno para poder acceder a un portal de internet.
3) Destinar 650 millones de pesos al Sistema Nacional de Empleo.
4) Acelerar la entrega de 3 mil millones de pesos a la Banca de Desarrollo. La asignación de recursos a la Banca de Desarrollo sólo se “acelerará”, lo que no quiere decir que se incrementarán los recursos presupuestados para este fin.
Medidas de inversión productiva
1) Destinar 10 mil millones de pesos para rehabilitación del sistema de ductos de Pemex. Desafortunadamente ésta es la única medida que pudiera impactar ligeramente a la economía y, de hecho, resulta altamente insuficiente, más aun si consideramos que Petróleos Mexicanos cuenta con una red de 63 mil 610 kilómetros con una antigüedad promedio de 30 años, de los cuales aproximadamente 10 mil 500 kilómetros se encuentran sin operar por falta de mantenimiento. Los 10 mil millones de pesos destinados a rehabilitar ductos, implica la asignación de apenas 952 mil pesos por kilómetro actualmente sin operación.
*Secretario de la Hacienda Pública del “Gobierno Legítimo”