Pemex/EMS Group: La huella de Enron en México

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El consorcio texano Energy Maintenance Services Group, que entre sus asociados tiene a exejecutivos de Enron, incumplió con Pemex el mantenimiento y operación de ductos. Hoy está en riesgo la infraestructura que transporta el 95% de los hidrocarburos del país

Villahermosa, Tabasco. Detrás del consorcio texano Energy Maintenance Services Group (EMS), está la peculiar historia de un exejecutivo de la Marathon Oil Company que, asociado con exdirectivos de Enron, creó la firma que en 2007 llegó a México con un capital social de 3 mil pesos para recibir uno de los contratos por servicios más caros en la historia de Petróleos Mexicanos: 400 millones de dólares para el aseguramiento, mantenimiento y operación del Sistema 4 de la red de ductos, contratación que hoy representa una de las defraudaciones más costosas para la paraestatal.

En 2007, el Ejecutivo federal, a través de Pemex Exploración y Producción (PEP), que encabeza Carlos Arnoldo Morales Gil, suscribió con EMS Energy Services México, subsidiaria de Energy Maintenance Services Group, el contrato 420407836. En éste, PEP le transfirió al consorcio el mantenimiento y operación del 57% de su red de ductos.

Aunque el Senado de la República ordenó cancelar la contratación por determinarla inconstitucional, la secretaria de Energía, Georgina Kessel, en su calidad de presidenta del Consejo de Administración de Pemex y los directivos de la petrolera la mantuvieron, con el argumento de que EMS tenía la capacidad técnica y económica para eficientar la red de ductos. Ni capacidad técnica ni solvencia económica, se contrató a un corporativo de portafolios.

Empresa de papel

Por mandato constitucional, el aseguramiento, mantenimiento y operación de los ductos es potestad del Estado, al tratarse de una parte medular de la industria petrolera, además de que son áreas de seguridad nacional. En PEP, su mantenimiento y operación estaba a cargo de 300 especialistas y técnicos altamente calificados ?en su mayoría con dos o tres décadas de experiencia?, y 57 compañías mexicanas contratadas para algunos suministros o servicios.

Para privatizar su operación, se diseñaron modelos de contrato semejantes a los Contratos de Servicios Múltiples (CSM), que sirvieron para entregarle a Repsol, Petrobas, Lewis Energy Group y Teikoku Oil, Co, la operación y explotación de la Cuenca de Burgos, la reserva de gas natural no asociada más importante de México; esquemas contractuales que la Suprema Corte de Justicia de la Nación y la Auditoría Superior de la Federación determinaron ilegales.

Para las asignaciones, los 63 mil 340 kilómetros que integran la red de ductos –terrestres y marinos? se agruparon en cuatro “sistemas” (1, 2, 3 y 4) para adjudicarse en igual número de contratos. Con el argumento de que EMS consagraría su know how para optimizar el sistema 4, se le asignó la red que transporta el crudo de exportación, 95% del que se refina en México, y el 56% del gas que abastece las industrias petroquímica y eléctrica.

En realidad, nunca trajo maquinaria, infraestructura ni personal especializado. Simplemente alquiló oficinas en la ciudad de México y Tabasco para subcontratar a las mismas compañías que trabajaban para Pemex, pagando precios menores, que les dejaran márgenes más amplios de ganancias. Es decir, Pemex transfirió las venas de la industria energética a un corporativo de portafolios.

De Enron a Pemex

Energy Maintenance Services System es una de las cientos de compañías asentadas en Houston, corazón económico y financiero de la industria energética estadunidense.

En su oficina sede, en la suite 600 de Bering Drive, se anuncia como “un corporativo a nivel internacional dedicado a la prestación de servicios para la industria energética de México y América Latina, reconocida por su alto nivel de compromiso y la satisfacción de sus clientes”.

El contrato 420407836 fue el único que obtuvo EMS como contratista del gobierno mexicano, y es también el más lucrativo en la historia de esa compañía: 4 mil 312 millones 553 mil 088.14 pesos ?antes, apenas facturaba entre 17 y 20 millones de dólares anualmente?, según declaraciones de su accionista mayoritario y director Timothy Harold Nesler a la prensa texana.

Los antecedentes de Nesler en el sector energético lo ubican como un ejecutivo que durante 25 años trabajó para la Marathon Oil Company, otra contratista de Pemex en la Cuenca de Burgos. Entre 2001 y 2003, en Marathon, Nesler fungió como vicepresidente de Desarrollo de Negocios en el área internacional.

Salió de la compañía en 2003 y fundó su propia firma: Energy Maintenance Services. Simplemente montó una oficina en un apartamento y un portal en internet en el que anuncia que Tim Nesler es un ejecutivo senior con más de 31 años de experiencia en el negocio de la energía mundial, “y ha sido responsable de un crecimiento rentable en mercados de clientes difíciles, competitivos y volátiles”.

Para “pasar de la planeación en la sala de juntas a la fase operativa del sector energético” con EMS (según su propia reflexión), Nesler se asoció con exejecutivos de Enron para adquirir algunas divisiones de la quebrada corporación: Hannover Servicios de Medida (HMS) de Enron Norte Latina y el compresor de la empresa Hanover.

La adquisición, por un monto no revelado, se hizo a través de la corte de bancarrotas en Nueva York encargada de los activos de Enron desde que se oficializó su quiebra tras el escándalo al develarse las prácticas contables fraudulentas, apoyadas por su empresa auditora, el afamado despacho Arthur Andersen.

HMS era una de las empresas con mayor viabilidad de Enron y, a pesar del escándalo internacional que la envolvió, no dejó de operar. Facturaba, según Nesler, 17 millones de ingresos anuales. Al adquirirla, Nesler obtuvo la cartera de clientes de la compañía que hoy opera como EMS Pipeline Services, convirtiéndose en su principal activo.

Varios directivos de EMS fueron ejecutivos de Enron. Los principales cargos los ocupan Jon Simunek, vicepresidente comercial; John Jones, vicepresidente de la división de gas; Sumner Warner White, presidente de la subsidiaria EMS LNG & Power Services; Dario Deferrari, vicepresidente de administración y servicios; William McCormick, vicepresidente de financiamiento; Harvey Lee Schnitzer, jefe de la oficina de operaciones; y otros directivos como Oswald Cunningham, James Steve Schroder, Robert Andrade, John Nixon, Robert Greer, Sharon Hendry, Mike Perdue, Rhonda Warren y Kevin Holfeld.

El 17 de febrero de 2006, Nesler registró en México la subsidiaria EMS Energy Services México. El trámite se hizo ante la notaría pública 94 del Distrito Federal, con dos abogados del despacho Thompson & Knight como apoderados: María Cecilia Gutiérrez Sansano Diego Fernádez y Rafael Corres Brasdefer, éste último, exfuncionario de la Comisión Federal de Electricidad (hasta junio de 2005) y asesor jurídico en Arthur Andersen, el despacho contable vinculado al fraude de Enron.

EMS Energy Services México se creó con un capital social de 3 mil pesos, según indica su acta constitutiva, en la cual el notario especifica que los socios residentes en el extranjero optaron por no inscribirse en el Registro Federal de Contribuyentes. Aparecen como accionistas Timothy Harold Nesler, presidente del consejo y presidente de la sociedad; Sumner Warner White, consejero y primer vicepresidente; y Harvey Lee Schnitzer, consejero y segundo vicepresidente.

Se registró con los giros operación, mantenimiento, administración, diseño ingeniería y construcción de sistemas para transportar, conducir y entregar gas natural por medio de ductos… solicitar y obtener concesiones o licencias ante la Comisión Reguladora de Energía y/o dependencias o autoridades federales, estatales o municipales competentes, así como organismos públicos desconcentrados, incluyendo a Pemex para la transportación almacenamiento distribución de gas natural.

EMS por EMS

En su sitio de internet, EMS asegura que es una sociedad de responsabilidad limitada comprometida a maximizar el valor de los inversionistas participantes.

Al referirse a los antecedentes de la compañía, EMS refirió que a inicios de 2003 un grupo de profesionales de la industria energética dirigidos por Tim Nesler, “tuvieron la visión de crear una compañía que fuera un “centro integral” de servicio a ductos, y que cambiara la manera de administrar la operación y el mantenimiento a líneas en los Estados Unidos (llegando a operar a todo lo largo y ancho de Norte América). La compañía sería conocida con el nombre de Energy Maintenance Services (EMS)”.

Y continúa: “Durante los primeros meses de operación, EMS se enfocó en realizar una adquisición clave que le permitiera pasar de la planeación en la sala de juntas a la fase operativa del sector energético”.

La compañía estadounidense documenta además en su información corporativa su decisión de comprar empresas sin mencionar, por supuesto, que se trataba de compañías que formaron parte de Enron como fue el caso de Hanover.  “Se tomó entonces una decisión estratégica al comprar Hanover Measurement Services, LP, y crear EMS Pipeline Services. A partir de ese momento, quedó claro que se daba inicio a un agresivo programa de expansión. Se formaron alianzas y se realizaron nuevas adquisiciones”.

Además asegura: “A medida que la parte operativa de la empresa crecía rápidamente, su reputación por proporcionar operaciones y servicios de mantenimiento de calidad dentro de la industria aumentó significativamente”.

Ni en sus oficinas de Houston o de México, EMS respondió a las solicitudes hechas por Fortuna para conocer su versión sobre los problemas que han enfrentado los contratos con PEMEX.

¿Licitación a la medida?

La licitación 18575111-006-07 en la que la compañía fue beneficiaria fue hecha a la medida, denunciaron integrantes del Comité Nacional de Estudios de la Energía (CNEE) que presenciaron el proceso en calidad de asesores de la Comisión de Energía del Senado.

El senador Graco Ramírez Garrido secretario de dicha Comisión dice que, desde el proceso de licitación, al que acudió como testigo social, quedó claro que EMS no tenía capacidad técnica ni económica para una contratación de esa envergadura.

Una vez que se firmó el contrato, EMS alquiló la oficina 1902 en el piso 19 de Rubén Darío 281, colonia Bosque de Chapultepec, en el Distrito Federal, donde despacha sólo una telefonista. Y una casa en el número 1727 de una concurrida avenida de la colonia Atasta, en Villahermosa donde, desde noviembre de 2007, sujetos al nuevo esquema de subcontratación, deambularon los representantes de las mismas compañías que antes suscribían con Pemex sus contratos en las oficinas del llamado Edificio Pirámide.

Según se estipuló en el contrato, mensualmente Pemex le pagaba una iguala. Al parecer Nesler sacó todo el dinero del país puesto que no le pagó a los subcontratistas. Éstos a su vez comenzaron a recortar sus costos reduciendo la calidad de los insumos y los trabajos, lo que impactó directamente en el estado físico de los ductos.

En mayo de 2009 las subcontratistas de Tabasco y Veracruz de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción denunciaron el “fraude” de EMS. Al menos, 44 empresas de Veracruz, Tabasco y Chiapas reclamaban adeudos de 30 millones de dólares, y su falta de liquidez dejó sin empleo a 3 mil 500 obreros en las áreas de los ductos a cargo de EMS, el know how que la texana facturaba a Pemex. (Ana Lilia Pérez)